El amor llega cuando menos te lo esperas, pero si cuando más lo necesitas.
Camila necesitaba una señal y el destino se la presento.
Lauren aprenderá que la vida tiene otros caminos para ella que no siempre son lo que imagino.
Un encuentro casual...
Estoy terminando de arreglarme, Leni ya está en la escuela preparándose para su obra escolar. En media hora pasaré por Camila para llegar juntas, Lisa, Jennie y Rosé nos verán en el colegio junto con Jack, Lali, Lana, Jackson su esposo y mi sobrina.
Antes de salir me tomo una fotografía para mandársela a mi novia.
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Termino tomando mis cosas para salir, los chicos junto a Carlota me están esperando en el elevador.
—Te ves hermosa mi niña—
Me dice Carlota mientras arregla un poco mi cabello.
—Gracias Nani.—
Al llegar al subterráneo, Carlota va a la camioneta, pero yo la detengo.
—Hoy quiero conducir Nani, tomemos el Tesla.—
—No mi niña, prefiero irme en la camioneta si no te molesta. Además iremos por mi niña Camila y ustedes necesitan un poquito de privacidad.—
Le sonrió.
—Como tu quieras Nani.—
Barton me da las llaves del coche, aunque en realidad no las necesite.
Al subirme al auto y encenderlo una alerta aparece en la pantalla.
—¿Que carajos?—
Me muevo en el panel de control buscando que sucede, la computadora del auto comienza hacer un escaneo del problema.
—Lauren, ¿Que pasa?—
Me pregunta Clint aun lado de la puerta del conductor.
—El sistema detecto una falla.—
En la pantalla del auto aparece un comando detectado como maligno instalado en los sensores de velocidad y frenos.
—¿Que dice?—
Al terminar de leer todo, levanto una ceja.
—Es un virus Clint, la pregunta es... ¿Cómo llego eso a mí auto favorito?—
Lo veo apretar la mandíbula y cerrar los ojos.
—Pediré que vengan por el para que le hagan un examen completo.—
Me bajo del coche para verlo a los ojos.
—¿Que otro auto puede ser hackeado?—
—Este y la camioneta BMW qué está en los Hamptons.—
—Verifica esa también y que hagan una inspección a los aviones y helicópteros. Tienes a mi familia en tus manos Clint.— paso a su lado para sujetar su mano y verlo a los ojos. —No me falles.—
