Parte 28

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POV. Lauren

Desde que mi pequeña bajo y vio a Camila se olvidó completamente del mal sueño que tuvo.

Ahora las dos están platicando del incidente que tuvo Leni en la escuela. De vez en cuando Camila levanta la vista y me sonríe.

De un momento a otro mi princesa se levanta de mis piernas para sentarse ahora con Camila.

Leni toma su mano para comenzar a jugar con su dedos, recarga la parte de atrás de su cabeza en los pechos de Camila mientras ella deja pequeños besos en su cabello.

—Dime quien es ese niño para ir a regañarlo, el no tiene porqué decir nada sobre ti princesa y mucho menos de lanzarte piedritas.—

—Se llama Joshua, el no me agrada...—

—Bueno cariño, si el no te agrada a entonces a mi tampoco.—

Camila le da un beso a Leni en la mejilla haciendo que mi pequeña sonría.

—Amor es hora de volver a la cama, mañana tienes escuela.—

Mis dos chicas hacen un puchero adorable.

—Mami, pero me quiero quedar un ratito más con Cami.—

—Entiendo cómo te sientes mi amor.— le guiñó un ojo a Camila haciendo que se sonroje. —Pero mañana tienes escuela y te prometo que pronto veremos a Camila, claro si ella quiere.—

Leni se voltea rápidamente para observarla con la carita llena de ilusión.

—El día que tú quieras hermosa.—

—¡Yupi!—

Mi princesa se voltea para abrazar a Camila pasando sus bracitos por su cuello.

Veo que Leni le está diciendo algo al odio y Camila solo asiente con la cabeza.

—Solo si tú mami lo permite.—

Las volteo a ver levantando una ceja.

—¿Que tengo que permitir?—

—Esta hermosa princesa quiere que la llevemos a su cama—

Las volteo a ver con una pequeña sonrisa.

—¿Las dos?— Camila y Leni se me quedan viendo para después asentir con la cabeza. —Muy bien entonces vamos.—

Me pongo de pie colocando mis brazos delante de Camila para que me pase a Leni, pero ninguna de las dos se mueve.

—Quiero que Cami me lleve.—

Volteo a ver a Camila y ella solo sonríe con Leni en sus brazos.

—Esta bien, entonces vamos.—

Nos ponemos de pie para después comenzar a subir las escaleras, Benjamin nos sigue de cerca algunos pasos atrás.

Una vez que llegamos a la habitación de mi hija Camila comienza a observar todo, su hermosa sonrisa no se ha borrado de su cara en todo momento.

Nuestro Destino - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora