Parte 73

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POV. Lauren

Camino por los pasillos del hospital hasta la sala de cuidados intermedios, una enfermera levanta la mirada y me ve fijamente.

—Buenos días enfermera, ¿Cómo se encuentra?—

Ella reprime una sonrisa.

—Se quien es usted señora Jauregui, todos lo sabemos y no puede pasar hasta las nueve.—

Pongo una cara sorprendida y la mano en mi pecho tratando de enfatizar.

—Pero Lana, me dijo que podría ver a mi bebé en cuanto amaneciera.—

Me recargo un poco sobre su mostrador, ahora colocando una mirada triste.

—Debe de ser un error señora.—

Volteo a verla aún con mirada triste.

—¿Tu podrías ayudarme?— veo todas las señales, se está debatiendo entre aceptar y no hacerlo. —Te juro que solo quiero estar con ella cuando abra sus ojos, se lo prometí y ella es muy pequeña... Ayer perdió a su otra madre y no quiero que se sienta sola cuando abra sus ojitos.—

La enfermera suspira.

—La dejaré pasar señora Jauregui, pero por favor no mueva a la niña o se siente en la cama. Se colocará en una silla a un costado de su cama y podrá tomar su mano, pero no más.—

Sonrió ampliamente y por primera vez desde que comencé hablar con ella la emoción es genuina.

—¡Gracias!—

La mujer se mueve y me dirige a la habitación de Leni, al abrir la puerta corrediza de cristal veo a mi pequeña conectada a varias máquinas, está vez no siento mi corazón siendo aplastado, por primera vez siento la esperanza de que ests sea la última vez que la vea de está manera.

Entro a la habitación, tomo la silla que me comentó la enfermera, la coloco en el lugar que ella me indica y tomo asiento.

—Recuerde lo que dije por favor, no quiero problemas con la jefa.—

Sonrió y niego con la cabeza.

—Voy hacer el mejor familiar de un paciente que haz visto en tu vida, ¿A qué hora termina tu turno?—

—En hora y media, dejaré indicaciones no se preocupe.—

Vuelvo a sonreír.

—Gracias...—

—Melany.—

—Gracias Melany.—

Una vez que nos deja solas, tomo mi teléfono para mandarle un mensaje a Gina, se que es poco ético darle dinero así que mínimo puedo hacer que le manden un buen desayuno y el mejor café de la ciudad.

Gina confirma de inmediato, me sorprende que esa mujer duerma aunque sea un poco.

Dejo el teléfono para tomar la mano de mi niña. Esta un poco fría,  pero eso es normal en estás salas, reviso que tenga el número de sábanas correctas y me alegra que así sea.

Nuestro Destino - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora