🌹•VI○Capítulo Seis

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. 💮 . 💮 . 💮 . 💮 . 💮 . 💮 . 💮 . 💮 .M I FLOR 🌹•VI○Capítulo Seis. 💮 . 💮 . 💮 . 💮 . 💮 . 💮 . 💮 . 💮 .

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A las seis de la mañana aproximadamente resonó una alarma en todo el piso, haciéndome recordar la visita de Maximiliano y obligándome a despertar con algo de pesar. Me entrego a mi ducha mañanera, me relajo y me llena de alegría. Me cepillo los dientes, rizo mis pestañas y elijo mi outfit del día, algo básico y cómodo: una camiseta básica blanca de HyM, un short de blue jean y unas Converse negras.

Abro la puerta de entrada, encontrando a mi ahora novio.

-¡Buenos días, corazón!-Susurró como frase de buena mañana. Entrecierro los ojos, él me sonríe, pero es una sonrisa resplandeciente, llena de salud y vida. Se acerca sin cavilaciones a mi rostro, se detiene a mirarme de arriba abajo, tras eso, sostiene mi mundo entre sus manos, con suma delicadeza acaricia suavemente mi mentón.

-¡Buenos días, cariño!-Pronuncio, siendo lo único que me sale decir. No me siento muy bien respecto a cosas cariñosas, no me nacen con facilidad, pero espero llegue el momento adecuado y fluyan. Besa mis labios con pasión y ferocidad, siendo algo exquisito. En nuestro beso hay sabor a nuevos comienzos.

-Te traje el desayuno-Susurra entre nuestras respiraciones acompasadas. Entrelazamos nuestras manos, lo invito a entrar y nos sentamos en la alfombra. Desayunamos un café descafeinado, delicioso, hotcakes con fruta y mermelada junto a un yogurt natural; lo más extraordinario entre nosotros era el poder de las miradas, hablaban nuestras manos, corazones, labios danzando cuando las palabras no podían hacerlo.

Finalmente interrumpió el abrasador silencio en el espacio abierto.

-¿Cómo durmió, mi novia?-Expresó mirándome.

-De maravilla, fue una noche renovadora, corazón. –Describí. -¿Tú?- Musité, mientras me acercaba a él nerviosa, me senté muy cerca de sus piernas, rozando su piel, le acaricié el rostro, mirando y delimitando todas sus facciones. No había hecho eso en mucho tiempo. No me había sentido tan a gusto con nadie. Él se limitó a algo muy sencillo, pero que sabía le resultaba muy especial, pasar el tiempo conmigo mirándome fijamente.

-¿Cuándo es tu cumpleaños, mi amor?- Me preguntó mientras acariciaba el puente de su nariz. Era una nariz digna de los dioses, era perfilada.

-12 de enero.-Solté al aire entre nosotros. -¿El tuyo?-Interrogué con el ceño fruncido.

-25 de septiembre.-Confesó.

-Entonces tendremos celebración pronto. –Mascullé entre dientes. Besé sus mejillas haciendo que se tensara.-¿Te gusta celebrar tu cumpleaños?-Curiosee.

-La verdad me resulta incómodo, pero contigo puedo hacer la excepción. ¿Te parece?- Expuso. Sonreí de oreja a oreja. Se recostó en la alfombra conmigo en su pecho e intenté descubrir su punto débil, le hice cosquillas y se rió a carcajadas.

-¿Quieres jugar a las cosquillas, no?-Pronunció con seriedad, pero me hizo recordar mi infancia.

-¿Se puede querer a alguien tan intensamente?-Expresó mientras intentaba hacer que me riera a carcajada limpia. Sin embargo, mis abuelos en mi infancia me enseñaron a controlar las cosquillas.

MI FLORWhere stories live. Discover now