🌹•XVII○Capítulo Diecisiete

2 0 0
                                    

. 💮 . 💮 . 💮 . 💮 . 💮 . 💮 . 💮 . 💮 .M I FLOR 🌹•XVII○Capítulo Diecisiete. 💮 . 💮 . 💮 . 💮 . 💮 . 💮 . 💮 . 💮 .

Una noche pasó para Roses y Maximiliano. Ella sintiéndose mal por la repercusión de sus acciones, por no tener la confianza suficiente en él. Realmente no sabía que le dolía más, si su corazón o su cuerpo, por lo que había pasado.

Él tuvo una noche terrible. No sabía si había sido un mal hombre por no haberle comentado ese suceso tan grave y desagradable con aquella proveedora. Simplemente reconocía que debía resolverlo dialogando.

¡La mañana llegó! La salida del hospital finalmente se concretó. Maximiliano entró a la habitación después de haber tenido una larga y productiva conversación con el doctor principal encargado del caso de Roses. Ella estaba con Hailey, quien la peinaba y maquillaba.

-¡Los dejo solos!-Pronunció Hailey. Tomó su bolsa y salió de la habitación. Maximiliano cerró la puerta y avanzó despacio hacia ella, quedando cara a cara.

-Supongo que llegó el momento de hablar. –Enunció Roses, intentando evadir mirarlo a los ojos.

-Sí, llegó el momento de hablar, Roses. –Masculló entre dientes, Maximiliano.

-Estoy famélica- Anunció.

-¿Te gustaría salir a comer primero?-Preguntó Maximiliano.

Interrumpió en la habitación la madre de Roses y ordenó: -¡No, señorita! Usted habla con Maximiliano y después si quiere ir a París, va.- la señora guiñó un ojo a Roses y salió.

-Llevábamos una semana siendo novios, estaba en mi oficina, tenía una cita de negocios con su hermana, Patricia, quien nos hacía algunas campañas, pero no tenía idea de sus intenciones, ella se me encimó, pero te juro que la aparté, no tengo idea como tomó las fotos, es verdad que le levanté la falda, pero porque ella me guió las manos. Soy hombre, pero jamás, créeme que nunca lo haría, no contigo, Roses. –Explicó Maximiliano. –Estuve a punto de perderte, Roses. Te busqué ese día, te busqué por cielo y tierra, puedes preguntar al vigilante, a mis padres. El tercer día, no aguanté y rompí tu puerta, para encontrarme contigo desmayada y pálida en el piso frío. Lloré y pedí por ti, porque eres todo lo que admiro, todo lo que quiero y lo que espero ver en mi vida, no hay nadie más, no lo habrá nunca jamás. –Añadió Maximiliano. Roses debió escucharlo, lo debía haber hecho ese mismo día, pero no... no lo hizo

-Perdóname, Maximiliano. Siento mucho no haber depositado mi confianza en ti, siento haberme quedado con miles de preguntas en la cabeza, pero tú mismo lo sabes... ¡No tengo idea respecto a una relación! Contigo he sentido cosas inexplicables en una sola palabra, y... te escuché mientras estaba en coma, supe todo, pero desperté tan agobiada que una vez más estuve negada a escucharte con tranquilidad. –Habló por fin, Roses.

-Créeme, si alguna mujer se vuelve a acercar así a mí, te lo diré. Estoy dispuesto a aprender cada día más de ti, Roses. ¡Te amo, te amo mucho más de lo que imaginaría!-Susurró Maximiliano a centímetros de los labios de Roses. Dos emotivas personas, envueltas en un manantial de sensaciones.

Cuando estaban a punto de besarse, el sonido al abrirse la puerta, los interrumpió. Un doctor entró anunciando que la alta médica estaba lista. Adiós besos apasionados.

Las relaciones muchas veces no son fáciles, pero si estás dispuesto a resolver los conflictos, esa etapa tan temida del amor, la fase 3, entonces... ¡Felicidades equipo!

Roses y Maximiliano, se fueron de la ciudad a un lugar muy bonito, cenaron esa noche a la luz de la luna con velas acompañando, vibrando en positivo, simplemente sintiéndose uno al otro, conectándose dos almas, unificándose. Maximiliano y Roses, eran uno solo, dispuesto a luchar a cabalidad. Porque así como lo dice la Biblia "El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad"

MI FLORWhere stories live. Discover now