INNOCENT | DRACO MALFOY ✓

𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐅𝐈𝐕𝐄

ADVERTENCIA: contenido maduro.

Aria Rowen.

—Ahora. Te vas a sentar aquí mientras te follo. ¿Entendido?.—Su aliento estaba caliente en mi cuello cuando asentí, y mi deseo y necesidad por él aumentó.

Me hizo girar y tiró de mi cuerpo contra su pecho, manteniendo su mano en mi garganta mientras su cabeza se inclinaba hacia abajo para susurrarme.

—Bien... ahora sube a la cama.

Mi respiración se atascó en mi garganta mientras miraba hacia el suelo.

—¿No?.—Draco me dio un ligero empujón hacia atrás para que mis rodillas golpearan el borde del colchón cubierto.

Mierda. Mee odiaba a mí misma por la facilidad con que me rendí ante él.

Di un paso adelante de nuevo y envolví mis brazos alrededor de su cuello, bajando sus labios para encontrar los míos mientras sus manos sostenían mi cintura. Me acercó tanto que prácticamente tuve que arquear la espalda para seguir besándolo mientras él inclinaba su alto cuerpo sobre el mío.

En el momento en que lo besé, volvió a tomar el control por completo. Sus manos se arrastraron sobre mi cuerpo, haciéndome temblar bajo su toque. Dio unos golpecitos suaves en la parte de atrás de mi muslo, lo cual fue una orden silenciosa para que envolviera mis piernas alrededor de su cintura, y lo hice.

Draco movió sus manos de debajo de mis piernas para envolver mi cuerpo mientras bajaba mi espalda sobre la cama, y ​​se apartó brevemente para quitarse la camisa antes de sumergirse en el beso.

Era como si hubiera dejado de lado toda su ira de antes, demostrando que era una forma de lidiar con cualquier emoción que amenazara con hacerlo sentir débil.

—Draco... por favor—

—¿Me necesitas mucho? Ten paciencia.—Murmuró las palabras, su boca aún tocando la mía mientras movía mis manos a la parte posterior de su cabeza.

Sus propias manos agarraron mis muñecas, apartándolas de él y sujetándolas en la cama a mi lado.

—¿Cuándo dije que podías tocarme?

Dejé escapar un pequeño gemido cuando sus labios se deslizaron por mi cuello y bajaron hasta mi hombro, pellizcando ligeramente la piel sensible.

—Joder...—Lancé mi cabeza hacia atrás contra las sábanas, queriendo más de lo que él estaba dispuesto a dar por el momento.

Una de sus manos tomó las mías en un firme agarre mientras su otro se deslizaba por el dobladillo de mi camisa, cepillando sus dedos delicadamente sobre mi estómago antes de que su brazo se envolviera alrededor de mi cintura de nuevo. Levantó mi cuerpo de la cama para quitarme la camisa y la tiró al suelo con la suya. Pasaron solo unos segundos antes de que el resto de mi ropa fuera arrojada a la habitación.

—No... hagas eso.—Draco gimió las palabras contra mi cuello mientras me impedía cubrir mi cuerpo, inmovilizando mis brazos en la cama una vez más.—Dime que pare ahora. Lo haré, lo juro.

—No pares.—Conecté mi mirada con la suya, viendo como una sensación de posesividad y dominio destellaba a través de sus ojos.

Él asintió levemente antes de agarrar mis caderas y girar mi cuerpo, dándole espacio para colocar una pierna a cada lado de mí.

A toda prisa, se llevó las manos a los pantalones y comenzó a desabrocharlos, pasando las yemas de los dedos por mis muslos mientras lo hacía.