Capítulo 24: CR...Supervivientes

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La ventana de la habitación donde se hospedaba el herido Luke Grimes, era la vista perfecta para los ojos azulados de su hermano

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La ventana de la habitación donde se hospedaba el herido Luke Grimes, era la vista perfecta para los ojos azulados de su hermano. Sobre todo, porque tenía el inmenso placer de encontrarse con qué a metros más debajo de su ubicación, todos los soldados que se reunieron junto a su squand, les estaban por dar el golpe final a los terrores de este suelo luego de tanto sufrimiento y dolor atravesado durante años.

Y aunque al castaño le hubiese gustado mantenerse de pie para que al menos lo vieran desde la lejanía, su debilitado cuerpo — debido a una extracción importante de sangre —, lo obligaba a permanecer sentado en una silla para que su presión arterial baja no lo dejara en el suelo.

La presencia de Yildiz lo hizo sonreír, aunque su mano tuvo que ser un escudo para defenderse del brillante sol que cada vez se asomaba más contra el vidrio reluciente y le opacaba su visualización. Se sentía tan extraño, retomaba un tramo del pasado y el presente en el mismo lugar donde estaba ubicado. Porque mientras sus irises se deslumbraban en una nueva era de renacimiento, el pitido del aparato que marcaba los latidos del corazón de su hermano, le recordaba a ese instante donde él se despertaba en un cuarto vacío de un hospital, llevándose la sorpresa de que este mundo tan normal en el que estaba habitando, sería su nueva vida por recorrer a lo largo de muchos años.

— ¿R−Rick?

Una voz masculina casi susurrando su nombre, hizo que volteara de inmediato, olvidándose de todo pensamiento o momento que sucedía allí afuera. Sintiéndose alegre al saber que el pelilargo ya estaba despierto y sin parecer tener algún problema de más que lo obligara a tener que llamar de urgencia a alguna enfermera. O al menos eso deseaba.

— ¡Hermano!, — exclamó, levantándose de su asiento con recaudo al recordar que no estaba en condiciones suficientes para moverse como acostumbraba — ¿Cómo te sientes?, ¿Tienes dolor?, ¿Necesitas algo?

Llevo a la rastra, su silla. Acomodándola al lado de la cama donde yacía su familiar que lo observaba con sorpresa al recordar que las únicas personas que lo acompañaron antes de que perdiera completamente la consciencia habían sido Shane y Joseph.

— No, — aseguró con confusión. Frunciendo el entrecejo para buscar una palabra correcta al verlo allí, cuando la relación no estaba en buenos términos — solo me siento... extraño. — Rick al sentarse, rio con la mirada baja — Debía confesarlo, ¿Cómo te enteraste que estaba aquí?, ¿Tu?

Ante tantas preguntas que eran normales debido a sus actitudes pasadas — o más bien, propias del rizado —, se acomodó en el asiento, chocando miradas pero de maneras distintas. Porque la de Grimes mayor, era de arrepentimiento, uno que solamente él lograba captar ante todos los sentimientos que profeso al saber que su hermano menor estuvo a punto de morir tan injustamente.

— Yo solo quiero pedirte perdón.

El asombro fue imposible de borrar en el herido, que tuvo un enorme deseo de intentar sentarse en la cama pero un tirón en su herida no se lo permitió, causándole una queja y gesto de dolor. Buscando ese pequeño momento de decirle algo, pero como siempre sabía hacer, Rick le gano de mano.

EL NUEVO ORDEN || The Walking DeadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora