𝐇𝐃𝐀 || Creyeron que habían triunfado, pero fue todo lo contrario.
Los susurradores habían ganado la batalla, las comunidades cayeron en desgracia y solo Carl Grimes logró sobrevivir. Ahora estaba con su soledad, peleando contra todo, o eso creía...
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Luke POV:
Aún estaba totalmente sorprendido de haberme encontrado a mi sobrino luego de años de apocalipsis en esta tierra. Nunca lo hubiese imaginado con vida, mi hermano nunca me lo había dicho desde que estaba instalado en esta base, aunque... nunca logramos hablarlo en realidad.
Ese día que comenzó todo, estaba patrullando por las afueras del pequeño condado que vivíamos, — pues sí, yo también era uno de los policías en donde trabajaba Rick, ambos habíamos decidido tomar el mismo camino de ser los héroes de las personas en momentos de delincuencia, además de comprometernos en el bienestar de los ciudadanos. — pero las radios colapsaron a un punto de explotar por testimonios de compañeros y compañeras desesperados porque las personas estaban "extrañas y comían carne humana", escuchado también los gritos desgarradores de algunos de ellos qué pedían ayuda. Decidí volver al pueblo lo más rápido posible en busca de mi cuñada Lori y mi sobrino Carl, estaba completamente lleno de miedo ante lo que estaba sucediendo.
Pero cuando llegué ya no estaban, todo estaba revuelto en la casa y no había alguna nota o algo que me guiara hacia ellos. Intenté comunicarme reiterada veces con mi amigo y compañero Shane Walsh, pero su radio y celular nunca me respondieron, al igual que el de Lori, que cuando intenté llamarla, me topé con que su teléfono estaba en la mesada de la cocina sin ninguna señal que me llevara a su encuentro.
Fue muy shockeante e imprevisto tener que ver a las personas queriéndome atacar por la calle, con la boca, cuello y vestimenta repleta de sangre, además de sus ojos completamente rojos o extrañamente grises. Utilicé mi arma disparándoles en el pecho, pierna, entre otros lugares donde debían caer y quejarse por el dolor, pero se levantaban de la nada y volvían a acercarse. Con un profunda inhalación y una fuerte exhalación no me quedó más que apretar mis labios, sellándolos por completo y que ese disparo fuera a sus cabezas como un último recurso disponible.
Funcionándome con total éxito.
Me preocupé por Rick, intentando llegar lo más pronto al hospital de King Country con deseos de ayudarlo o al menos protegerlo de esas cosas, pero cuando llegué estaba clausurado por el "extremo contactó infeccioso" y caos que se presenciaba allí dentro. Rogué con todas mis fuerzas, intenté entrar con toda mi locura encima, prometí hacerme responsable de mi propia vida al entrar a ese lugar con aspecto a suicidio, pero nada bastó.
Desolado y con la tristeza en el alma, tuve que dejar "morir" a mi hermano allí dentro, sin la posibilidad de verlo por última vez luego de una larga semana sin visitarlo ante su estado de coma. Había perdido a la única familia que me quedaba en este mundo.
