Capítulo 16: Cambios repentinos

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A pesar de los dolores a causa del choque repentino contra el suelo, Yildiz Walker no se tardó en caminar con toda su furia acumulada hacia lo oficina del irritante General Wells luego de descender en el territorio de Nebraska. Estaba repleta de rabia, deseaba profundamente el ahorcarlo con sus propias manos, porque si no fuera por la atención y conocimiento de Oliver, ella ya estaría volada en pedazos por la pista de aterrizaje de Dakota del Sur.

Los pedidos intensos del castaño y joven cabo Grimes Jr. para que se relajara un poco, fueron totalmente ignorados por la pelinegra, que iba acompañada de lado a lado por Grey y su progenitor, — los cuales se encontraban con el mismo humor poco amigable que ella, con diferentes sensaciones —. En el ojiazules permanecía una emoción de amargura ante broma pesada y oscura que no solo los podría haber lastimado a todos, sino también a la persona que más le importaba además de interesarle en este momento, sobre todo porque pudo habérsela quitado de un pestañeo. Mientras que por parte del ex líder de los salvadores, no se podía destellar más que una repleta indignación paterna al tener que recibir a su hija de esa manera, imaginando a través de lo testimoniado como hubiesen sido de diferentes las cosas si ella no regresaba y la muerte se encontraba asegurada en la existencia de la persona que amó y crío durante casi toda su vida.

Rachel junto a Carl y Rick Grimes, se encontraban en un estado de nerviosismo y preocupación a lo que podría llegar a pasar luego de esta sucia jugada. Aunque mantenían su sorpresa ante la macabra manera de poder que tenía ese hombre para destruirlos. Sin dudas era inexplicable y real que sintieran que su plan iba a ser complicado, duro y hasta sangriento por el contexto rodeado de amenaza que pisaban sus pies con aquello borceguís.

Los soldados que custodiaban las enormes y fuertes puertas de madera dieron un paso hacia delante al encontrarse con tantas personas aproximándose hasta la oficina del mayor, apuntando con sus armas como advertencia.

— Abran la maldita puerta, queremos hablar con el desgraciado de Wells.

La pelinegra junto a los dos hombres y seguida por el resto del equipo, detuvieron su andar, pero los tres primeros elevaron las armas para intimidar a los guardias.

— Bajen sus armas ahora mismo, esa no es la forma de comportarse ante un general — respondió con autoridad un informado.

— Al carajo tu general, dile que queremos hablar con él y que no se esconda con tu arma de mierda.

La preocupación se hizo más demostrativa en la mirada de Rick al no saber cómo manejar la situación tan inesperada, la inquietud de sus pies y el movimiento constante de su cabeza casi gacha hizo que su primogénito lo notara y en un segundo de disimulación lo tomara del brazo con suavidad para que se tranquilizara. El toque delicado de aquella mano, provocó que el ex primer líder de Alexandria aceptara el pedido con un pequeño cierre y abre de sus ojos azulados, acercándose lenta y cuidadosamente a Yildiz para colocar la palma de su mano sobre el hombro de la fémina.

EL NUEVO ORDEN || The Walking DeadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora