Capítulo 4

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"El banquete de los problemas (1)"

El banquete se dio lugar en un lujoso pabellón de eventos, donde todo parecía estar hecho de oro y plata, además de que lucía como un rústico baile de máscaras muy al estilo aristocrático. Lo más importante era el hecho de que ahí estaban reunidos todos los miembros de las tres grandes familias del subsuelo, aquellos que tenían en su manos la vida de los demás. Incluso en medio de una lucha por el poder, las tres familias aún establecían una relación normal en la superficie, pero debajo de ésta, el derroche de sangre era el premio dado a cualquiera.

Este premio siempre salía a relucir durante estos eventos de reunión social, actuando solo como un mero disfraz para ocultar lo que se hacía detrás. Podría decirse que cada reunión de familias dada por el clan Zenin era solo un evento de caza, en el que cada miembro podía realizar sus deseos en las sombras.

A penas Yuji puso un pie en el salón, supo que había entrado en medio del campo de batalla por cómo la presión de esos alfas lo presionó al entrar. Las feromonas intensas de cada alfa allí estaban haciéndolo sentir tan incómodo que, por cuidado a sí mismo, tuvo que aferrarse al brazo del albino.

Gojo lentamente se deleitó con la atmósfera del lugar y lo mostró en la sonrisa radiante en sus labios, una que todos podrían asegurar que escondía la más sadica locura. Sostuvo al chico que estaba buscando apoyo en él y lo guió hacia el centro. Envuelto en el leve aroma a melocotón proveniente del omega, aquel que creía que el olor en su cuerpo no podría volver loco a ningún alfa, Gojo lo abrazó por la cintura para marcar su territorio, evitando así captar el interés de algunos inapropiados alfas. Por fortuna, sobre ese aroma dulce, uno más intenso se superponía hasta el punto en que cualquiera podría notar que llevaba la marca de Satoru. Aunque, claro, nadie se acercaría al omega por temor a ser aniquilados a penas tratar de olerlo.

Yuji apretó los dientes hasta que la punzada de náuseas que le retorcía las tripas se apaciguó. Esto se lo había buscado él. Aspiró por lo bajo el aroma a tierra mojada que lo cubría por completo, buscando la calma en la seguridad del alfa. La dependencia en ese momento era más importante que lo demás.

-Estás siendo adorable, cariño. -Gojo le susurró al oído, haciendo temblar al joven en sus brazos-. Pero no te pongas nervioso, la gente lo notará. Estoy aquí, puedo protegerte.

Yuji cabeceó en respuesta, pero no pudo rehuir a la urgencia de su lado omega. Incluso con las palabras de seguridad del alfa, aún se sentía fuera de lugar en ese gran salón repleto de alfas.

En vista de que no había salida para él, cambió de mentalidad. Se dijo a sí mismo que estaba trabajando como guardaespaldas en lugar de un amante falso. La manera de su pensamiento lo hizo apaciguar la inquietud en su corazón hasta que volvió a su actitud normal.

-¡Lo haré bien! -Yuji sonó comprometido con la causa-. He aceptado todo esto, no puedo acobardarme, ¿no es así?

El alfa sonrió.

-Tú puedes hacerlo bien.

-Por supuesto -aseguró, sonriendo hacia los demás.

-Mientras hablo con ellos, puedes beber en silencio unas copas de champaña -le dijo a unos pasos del grupo que exudaba una tensión oscura-. Perdona por traerte a este lugar, pero tómalo como una prueba, así que veré y verás si puedes hacer bien tu papel como mi omega.

-De acuerdo.

Gojo le besó el lóbulo de la oreja sin otras intenciones. Yuji tampoco pensó mucho en la repentina acción a pesar de haber sentido una corriente eléctrica subir por su columna, porque estaba seguro que el alfa no sentía atracción por él.

Aroma a Deseo » Goyuu/GoItaWhere stories live. Discover now