Capítulo 7

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"Hay cosas por hacer"

Yuuji regresó a su casa con una mirada perdida, sintiéndose perplejo y confundido, tratando de hallar una respuesta a lo que ese hombre le obligó a hacer. Los besos que se dieron lo dejaron tan descolocado que ni siquiera podía estar segura de que no era parte de su sueño.

El haber sido burlado toda la mañana le hizo pensar en cómo hacer para evitar problemas futuros. Tenía la urgencia de encontrar algo para darle sentido al ridículo de las cosas, porque cuanto antes pudiese saber las intenciones verdaderas del alfa, menor peligro habría para él continuar con ese trabajo de compañía.

Abrió la puerta con bastante fuerza, golpeándola contra la pared lateral y provocando un estruendo que de seguro alertó hasta el vecino más perezoso del condominio. Al cruzar la sala se encontró siendo objeto de una mirada fría y otra burlesca, una pertenecía a su amigo y la otra al molesto de su hermano.

Los dos estaban sentados en el piso sobre una alfombra, frente al televisor y con una taza en las manos. Por el aroma que llegaba, Megumi de segura bebía un café bien cargado y Sukuna se emborrachaba con café con leche. Teniendo en cuenta el carácter de ambos, que a Sukuna le gustara el chocolate era muy ridículo y extraño, mientras que lo amargo le quedaba de diez al amargado de Megumi.

Se quedó por un momento sin saber qué hacer, si darse la vuelta o seguir adelante. Los ojos de Megumi recorrieron todo su cuerpo y luego profundizó su mirada en los parches en su cara.

Pero menos mal que Sukuna abrió la boca.

—¿Te quedaste en la casa de alguien? —preguntó su hermano con una mueca de desprecio, mirándolo como si fuese un crío que escapó de casa y volvía con la cola entre las patas—. Joder, te han marcado por todos lados. Ese olor repugnante está en todas partes.

Yuuji no entendió enseguida de lo que estaba hablando, solo cuando Megumi se acercó a la ventana para abrirla fue que se dio cuenta de que estaba bañado en la feromona de Gojo. Sin embargo, no hizo nada para quitarse el olor y fue a sentarse junto a Sukuna. 

Era una buena forma de vengarse de él.

—¿Desde cuándo te importo?

—Tienes razón, nunca me importaste demasiado como para querer saber de ti —dijo, pero sus ojos se quedaron fijos un momento en las heridas de su cara. 

Yuuji suspiró por sus palabras, sintiendo que solo las decía para ocultar la incomodidad de ser descubierto, evitando mostrar que realmente estaba aunque sea un poco preocupado. 

—¿Por qué viniste? —le preguntó mientras miraba de reojo de Megumi.

Era increíble que los dos pudiesen estar en el mismo espacio sin sacarse los dientes a golpes. Cómo podría olvidar la vez que lucharon y quedaron cubiertos de sangre, heridos, casi al borde de ir a cirugía. Por lo menos Sukuna se había contenido demasiado y evitó herir demasiado a Megumi, de lo contrario su relación nunca habría podido avanzar del 'hola', peor aún, podría haber retrocedido a la indiferencia.

—Quise averiguar si la perra de mi hermano en verdad hizo algo tan humillante como ser un acompañante. Pero la peste que cargas me lo acaba de confirmar. 

—Sukuna, también eres una perra. —Se pasó la mano por el cuello, cerrando los ojos y, exhalando un suspiro, acusó—. Para de llamarme así si no quieres ser una perra también.

El agresivo alfa le dio un golpe en la espalda, haciendo que casi vomitara los pulmones. Se alejó de él al instante, apresurado de evitar la muerte, arrastrándose hacia el lado de Megumi en busca de protección. Realmente no podía ganarle a Sukuna incluso si era un omega dominante, porque en cada pelea que tuvieron era él quien salía más herido que el otro.

Aroma a Deseo » Goyuu/GoItaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang