Capítulo 9

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N/A: Solo vengo a decir que... ¡no tengo idea de lo que escribí! Iba a escribir una escena hot, pero debía de poner la base primero sino iba a salir como la miércoles.  

De cualquier forma, espero que les gustes, y sino, pues, sorry. Busqué inspiración hasta por debajo de las piedras y actualmente ando con muchos trabajos (atrasados T-T) y no tengo tiempo. También quiero actualizar mis otros fics... pero... uh, no sale la inspiración y el tiempo es escaso en este mes (y quizás en el próximo) 

Pero en fin.

¡Disfruten lo poco que traigo hoy!

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"Me gustas, pero no te amo"

El tenso silencio que los había encerrado en una esfera incomoda continuó hasta que el aire trajo consigo un intenso y penetrante aroma. Satoru se enderezó, y el cigarrillo se le resbaló de entre los dedos, cayendo precipitadamente al piso. Esta era la segunda vez que las feromonas de Yuji eran tan perceptibles, arrolladoras, rugientes de poder. La última vez la había sentido en el banquete, y ahora... Se apresuró a volver, siendo seguido de inmediato por Suguru que quería ver en ridículo al omega.

Con sus largas piernas cruzó las puertas del club mientras su nariz inhalaba aquel delicioso aroma que de alguna manera lo indujo a sentirse hipnotizado.

—¡El amor es para tontos! ¿Quién quiere enamorarse? ¡Tú no debes enamorarte! —Los ojos de Satoru temblaron al escuchar la risa de Yuji detrás de esas palabras—. Por eso... por eso... por eso no te enamores.

—¿Amor? ¿Se come? —Yuji se echó a reír y, como si hubiera pensado en algo, alzó el vaso hacia arriba—. ¡Lo entiendo! ¡Nunca me enamoraré! ¡Brindemos!

—¿Qué hay que brindar? —El delicado omega le gruñó, sus ojos brumosos por la desorientación por el alcohol—. Nosotros no tenemos forma... hip... de no enamorarnos.

Yuji puso su brazo sobre los hombros del omega y le susurró con un tono arrastrado, borracho, como si se le hubiera adormecido la lengua.

—Mira... no llores. Tengo un hermano al que puedo presentarte, es guapo pero malvado. Él se llama...-

Se detuvo en cuanto quiso decir aquel maldito nombre, como si el mismo Sukuna le estuviera ahorcando para impedirle hablar de más. Con tan solo pronunciar ese nombre, todos, sino por decir el mundo entero, temblaría. 

¿Quién no conocía el carácter de su hermano? ¡Todos esos omegas eran alumnos de Sukuna! Yuji se decidió por evitar una desgracia, sin embargo, mientras pensaba en eso, su boca soltó una cosa completamente diferente.

—¡Puedo ayudarte a salir con mi hermano Sukuna! —Arrugó el ceño al escucharse—. ¡No! Digo, sí... bueno, ¡Sukuna es genial! Mmm... ¿es genial? —Se pasó la mano por la cara, y su piel se puso mucho más sonrojada—. ¡No lo sabremos hasta que lo veamos!

—¿Hablas del profesor Sukuna? —El omega batió sus pestañas de manera coqueta, y llevó una de sus manos al fuerte muslo de Yuji—. Con razón te pareces un poco a él. 

—¡Pues claro, soy su hermano! —bromeó entre risas, para posteriormente llevarse el borde del vaso a los labios. Antes de que pudiese beber, sus ojos, que estaban bañados por una capa cristalina, visualizaron una mata de cabello blanco a unos pasos de él—. ¿Gojo-san?

Satoru alzó una ceja al oír su temblorosa voz, sintiendo un cosquilleo en su corazón difícil de ignorar por más que quisiera. Frotándose el cuello, volvió a caminar; se había detenido bajo el umbral de la puerta por la impresión. 

Aroma a Deseo » Goyuu/GoItaWhere stories live. Discover now