💞 2

3.6K 354 73
                                    

Karma había tratado de matar a Koro-sensei durante todo el día, pero este había logrado esquivar sus ataques sorpresa. Ahora se encontraba sentado en un árbol que sobresalía en horizontal hacia un precipicio, mordiendo su uña de manera ansiosa ante la frustración que sentía.

– Karma-kun –llamó Nagisa.– No te sobre esfuerces. Lo haremos todos juntos. Una vez que Koro-sensei te vigila, no puedes matarlo tú solo, no importa el método. Él no es como los otros profesores.

– Profesores, eh.

Pensó un momento, recordando a aquel profesor que una vez le dio todo su apoyo, y que al final lo había abandonado y transferido a la Clase E.

– No importa –sonrió.– Yo quiero hacerlo. Nada me molestaría más que el hecho de que muriera de una manera aleatoria.

– ¿Karma-kun? –llamó, acercándose. Ambos lo miraron.– Hoy te cuidé muy bien, ¿No es así? –su cara tomó un patrón de rayas horizontales amarillas y verdes.– Aún puedes intentar asesinarme. Te dejaré aún más brillante.

El pelirrojo sonrió.

– Sólo para estar seguros... –se levantó.– Koro-sensei, usted es un profesor, ¿Cierto?

– Sí –asintió.

– Y usted, ¿Arriesgaría su vida para proteger a uno de sus estudiantes?

– Por supuesto. Después de todo, soy su profesor.

– Muy bien –sacó su arma, apuntándole.– Entonces puedo matarlo.

Karma se dejó caer hacia atrás, hacia a aquel precipicio a sus espaldas, sin borrar su sonrisa ni dejar de apuntar con su arma.

– Es seguro.

Nagisa exclamó sorpresa y corrió hacia el borde.

«Así que, ¿Qué será? Si vine a salvarme, dispararé antes de que pueda hacerlo. Si me deja morir, su vida como profesor se acabaría», pensó el pelirrojo, rió, «¡Todo pasa frente a mis ojos!»

Su vida pasó ante sus ojos, marcando especialmente el día que mató a aquel profesor que decía apoyarlo, ese que lo abandonó al final.

«¡Koro-sensei! ¡Lo mataré con mis propias manos! Ahora, ¿Qué muerte escogerá?», pensó, sonriendo ampliamente.

Uno de los tentáculos de Koro-sensei pasó por debajo de él, formando una red de telaraña junto a sus otros tentáculos para atraparlo. El chico exclamó sorpresa.

– Karma-kun. Gran trabajo con ese asesinato premeditado protagonizado por ti. Si te salvaba a velocidad Mach, tu cuerpo no habría sido capaz de soportarlo, y si me movía lentamente, me habrías disparado. Así que pensé en una solución más pegajosa.

El pelirrojo intentó incorporarse, pero estaba pegado como un insecto en una tela de araña.

– ¡Diablos! ¡¿Qué no pueden hacer estos tentáculos?! –protestó.

– Ahora no me puedes disparar –rió.– Oh, y para tu información: dejarte morir no es una opción para mí.

Él exclamó sorpresa.

– Puedes comprobarlo cuando quieras.

– ... –sonrió.

«No tiene caso. No morirá, no importa qué pase. No su parte de profesor», pensó.

Koro-sensei tomó al chico y volvió arriba, dejándolo luego en el suelo.

– Karma-kun, eso fue mucho más loco de lo que hiciste ver –comentó Nagisa, observando hacia el precipicio.

Boyfriend 💞 Karma AkabaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora