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[Residencia Akabane]

Karma miró a Koro-sensei, quien estaba en la ventana de su cuarto. Tenía en sus manos su Nintendo, con un juego de One Piece en él.

– ¿Eh? ¿Un festival?

– Será sólo hoy. ¡Ya le pregunté a todos en la clase! Todos tienen otros planes y estoy bastante herido por eso –dijo llorando.

El pelirrojo cerró la consola y la dejó sobre la mesa.

– Bueno... –se levantó, acercándose a la ventana.– ¿Por qué no? De todas formas estoy libre.

El profesor gritó agradecido, juntando sus manos.

[Residencia Kawakami]

Tn abrió el regalo de su madre y sacó un kimono lila.

– Oh... –sonrió.– Es bonito, madre. Aunque...pensé en usar uno corto.

– No seas tonta, niña. Eres la hija del Primer Ministro, no puedes usar un yukata o algo tan corto.

– Sí, madre...

– ¿Sabes por qué el color?

– Claro –la miró.– En el Japón antiguo existía un sistema de rango el cual se reflejaba en el color de la vestimenta. Este tiene 12 niveles, siendo el gris el más bajo en la posición número 12 y el púrpura el número 1. Esto era porque teñir las telas de morado era muy complicado, por eso luego valían mucho. Incluso la clase alta no permitía que alguien de clase media o baja usase uno.

– Correcto –sonrió.– Ve a bañarte y vístete, contraté una estilista para que te peine.

– Okay –sonrió.

[Noche]

Karma estaba en un puesto de juegos, con una libreta en donde acababa de hacer cálculos. Vestía normal, con pantalones oscuros y una camisa roja.

– Oiga, señor...Acabo de gastar 500 yenes y nunca saco más que el 5to lugar. Dado en número de premios que hay aquí y la posibilidad de que saque algo más que el 5to lugar... –enseñó la libreta, sonriendo de manera diabólica.– ¡Lo hace un 0.05% de que suceda en realidad! Me pregunto si hay alguien que haya resultado ganador. ¡Tal vez deba hacer que la policía revise bien estos números!

– ¡Está bien! –sacó el dinero, sonriendo nervioso.– ¡Puedes quedarte otra vez con tu dinero y quedarte callado, de acuerdo!

– No, no. No gasté 500 yenes para regresar con lo mismo. ¡Quiero la consola de juegos!

– ¡¿Eh?!

El hombre comenzó a hablar rápidamente, tratando de convencerlo y disculpándose repetidamente, mientras el chico sólo sonreía.

– ¡Vamos, Presidenta! Son sólo takoyakis –rió.

El pelirrojo reconoció aquella voz y giró la cabeza, viendo a lo lejos a su chica.


Tn vestía su kimono lila con un obi purpura y un elaborado peinado tradicional decorado con flores moradas. Mao, quien vestía uno azul, le insistía para que comiera takoyakis; y Aoi, quien usaba uno naranja, reía ante las insistencias de su amiga.

– Es sólo una noche. No te volverás un sumo por comer unos.

– ...Bien –suspiró.– Pero que mi madre no se entere –rió.

– No puedo creer que la convencieras...


Karma sonrió. Quería acercarse a ella ya, pero no podía con sus amigas y todos mirando. Volvió la vista hacia el hombre del puesto.

Boyfriend 💞 Karma AkabaneWhere stories live. Discover now