Engaño [HyunMin] -III

XX

Seungmin

Hyunjin estaba de pie, desnudo, en un claro en el bosque detrás del motel. Los intrincados diseños de sus tatuajes todavía captaban mi atención, y me concentré en ellos mientras él giraba los hombros y soltaba su cuerpo por lo que estábamos a punto de hacer. Nos habíamos alejado lo suficiente del edificio y de la carretera que no creía probable que pasara alguien.

—Tienes que dejarte ir —le dije—. Dentro de ti, verás destellos del dragón... generalmente del color de tus escamas, o un parpadeo de llamas. Debes hacer todo lo posible para ignorarlo y fingir que no está allí—.

—Eso suena contraproducente. ¿No es el punto hacer que salga mi dragón? Si lo ignoro, nunca va a surgir—.

—Esa es la cosa. —Le sonreí, disfrutando de la forma en que el sol poniente sombreaba sus músculos—. Quieres que el dragón se sienta como una extensión natural de tu cuerpo. No caminas todo el día notando la punta de tu nariz, ¿verdad? ¿O piensas en cuánto pesa tu brazo y qué extraño es que se balanceen cuando caminas?—

Hyunjin arrugó la cara en concentración, los ojos cerrados.

—No—.

—Es lo mismo con el dragón. Si quieres que sea una parte natural de ti, debes hacer que parezca que pertenece... y eso significa que debes ignorarlo. Finge que no es nada nuevo. No lo ves en tu campo de visión más de lo que ves tu nariz—.

—Creo que lo tengo. —Hyunjin dejó escapar un suspiro lento y constante—. ¿Entonces todo lo que tengo que hacer es no enfocarme en eso y saldrá? ¿Ese es el secreto?—

—Es un poco más que eso —admití—. Es un delicado equilibrio entre reconocer su presencia dentro de ti e integrarlo en tu alma. Tu dragón ha estado inactivo todos estos años, por lo que podría tardar un poco en despertarse, especialmente teniendo en cuenta tu edad.

— Yo no soy viejo— argumentó Hyunjin.

—La mayoría de los dragones se despiertan en su adolescencia—dije suavemente—. El tuyo será lento. Podría tomar un poco más de esfuerzo que un chico más joven—.

—Al diablo con eso. —Frunció el ceño con más fuerza que antes y apretó los puños. No pude evitar sonreír. Su determinación era entrañable— Puedo hacer esto. Ningún punk adolescente me va a vencer—.

—Algunos punk adolescentes también conocieron su herencia draconiana toda su vida, y se criaron con otros dragones adultos. Aquí tienes una doble desventaja—.

—No estás ayudando, Minnie—. Reprimí una risita.

—Lo siento. Sabes que creo en ti. Ese es tu poder, ¿no? ¿Qué puedes detectar la verdad?—

—Sí —dijo Hyunjin con los dientes apretados—. Y también puedo detectar cuándo estás tratando de ser una plaga—.

Presioné una mano sobre mi boca, sin estar seguro de poder retener mi risa.