Mas allá de la muerte (Higuel)

Cap. 10

Después de pasar horas frente a varios socios muy importantes entre gente que poseía mucho dinero, Hiro y Leo tuvieron que fingir todo el tiempo su falso noviazgo, eso era más que incómodo era completamente ridículo para ambos, pero debían seguir "de acuerdo al plan", regresaron a la panadería Hiro fue el primero en poner un pie dentro de la panadería y su expresión era más de enojo y asco que otra cosa.

-no puedo creer que nos hayan obligado a hacer eso - con su traje se limpiaba una y otra vez sus labios, no sólo fue uno sino varios besos que tuvieron que darse para su actuación.

-ni lo menciones, tuve que tomar mucha agua para quitarme la sensación tienes los labios tan resecos como un muerto casi sentí que me cortabas- Leo recordaba la horrible sensación de besar a alguien mas que no sea su lindo Kubo. 

- no seas ridículo, si alguien debía quejarse sobre eso seria yo ¡tuve que comerme un paquete entero de mentas!- su primer beso había sido arruinado por una estúpida promesa -literalmente tu aliento huele tanto a pan de dulce que me asfixia.

Leo debía cambiar de tema para evitar que se haga mas incomodo, quería olvidar lo que había pasado, ahora deseaba ver a su novio que normalmente estaría en el comedor o en la panadería pero fue un poco extraño el no verlo en ninguno de los dos lugares y eso le preocupo, ¿acaso vio la entrevista por televisión? 

- Nana ¿Dónde esta Kubo?-pregunto a la mujer que estaba en la cocina, Dionisia se extraño por la pregunta así que salió de la cocina y vio que el lugar donde estaba sentado Kubo estaba completamente vacío.

- que extraño estaba aquí hace un momento - Toñita quien estaba bajando las escaleras los escucho y bajo a recibirlos. 

-  Lo vi tomar el camino hacia el museo, creo que necesita estar un tiempo a solas mijo - le dijo a su nieto, pero no podía dejarlo solo, podría tener un ataque de pánico o podría irse para siempre y eso es lo que no lo permitiría.

- necesito ir a verlo. -dijo sin pensarlo por segunda vez, la señora Cass no podía permitirlo, estaban entre la espada y la pared con todos los preparativos de la boda. 

-pero Leo todavía faltan algunos detalles que revisar antes de las nupcias.

-Discúlpeme señora Cass, pero no puedo dejarlo sólo- estaba cerca de la puerta pero sabia que la señora Hamada no lo dejaria ir a ninguna parte, Hiro se acerco a su tia y la tomo del brazo sin aplicar mucha fuerza. 

- Yo te ayudaré tíaCass - Le dijo, al final accedió.

-Está bien Hiro, ayúdame con el papeleo - Cass le dio la espalda a Leo, Toñita regreso a su habitación y Dionisia a la cocina. Hiro aprovecho para darle una señal que vaya detrás de Kubo, Leo solo asintió con la cabeza entendiendo su señal, entonces tal ves solo un tal vez Hiro "el chino "no sea tan egoísta como siempre lo demostró. Se sintió mas tranquilo si Hiro la distraía por al menos unas horas pasaría un poco de tiempo con el asiático. 

Kubo camino por las calles de puebla con la mirada perdida no se percataba de las personas o los niños que jugaban sin preocupaciones a su alrededor, tenia los ojos hinchados por tanto llorar, le dolía su corazón a este paso se podría quedar sin fuerzas en pocas horas, llego al museo, los trabajadores se percataron que estaba llorando le preguntaron que si estaba bien pero el solo asintió con una suave sonrisa. Debía ocultar esa tristeza pero se lo hacia difícil, camino hasta llegar a la pintura de Miguel, la atracción mas llamativa de todo el museo. 

-Ya no se que hacer Miguel, Leo se casará y estaré solo otra vez.- recordó todos esos momentos cuando apenas habia llegado a México, no conocía a nadie y no sabia que hacer en un pais desconocido para el - Ni siquiera creo ser capaz de vivir en la misma casa que ellos. Si estuvieras con nosotros seguro ya me hubieras dado un buen zape y me dirías que me hacen falta huevos ¿Verdad? - miro la pintura como si estuviera hablando con una persona de carne y hueso y no con un objeto sin vida. Mientras tanto Leo llego corriendo a la entrada del museo, le faltaba el aire pero entrecortado pregunto si Kubo estaba ahi, los trabajadores solo asintieron con la cabeza, eso fue lo unico que necesito para ir caminando al lugar favorito de su novio.

El ambiente en la habitación era tranquila y solo escuchaba la voz de su novio, tenia tantas dudas pero no podía hablar con el así que mejor decidió esconderse en el marco de la puerta y escuchar lo que tenia que decirle a Miguel, aunque sabia muy bien que hacer eso no estaba nada bien.

 - tu eres el único que me comprendería en estos momentos, lo mejor seria que me vaya de México antes de la boda de Leo y no regresar nunca a este pais.

Leo abrió sus ojos, ¿perderlo para siempre? no eso definitivamente no lo permitiría, dio unos pasos mas hasta entrar completamente a la habitación, no perdería a alguien mas en su vida. 

-Ni se te ocurra hacer eso, tu hogar es aquí, con Nana Dionisia, con la abuela y... Conmigo.

Esa voz... la conocía perfectamente ¿Cuándo llego? y ¿Cuánto escucho en su conversación? se limpio las lagrimas mientras giraba verlo de frente, su corazón temblaba pero a la vez daba unos brincos en saber que aun le preocupaba donde estaba. 

- Leo pensé que estarías festejando tu compromiso con Hiro- en todo momento evito el contacto visual, se cruzo de brazos, queria alejarse de el para que la despedida sea menor dolorosa pero el mexicano no colaboraba. 

-¿Celebrar? Tal vez parezca eso para los demás, pero no es así. ¿Sabes? Nunca fui más feliz que el día en el que me correspondiste tu amor- con cada palabra que decía se acercaba lentamente a Kubo, este no podía evitar sonrojarse por todo lo que le estaba diciendo, movió su cabeza negando cualquier oportunidad o esperanza que tenia por que sabia que eso seria imposible en muchos sentidos.  

-pero no podemos estar juntos, no seria bueno para Hiro.

Se acercó lo suficiente y levanto su mano para acariciar su mejilla.

-Hiro no me interesa, me interesas tú