Cap. 12

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La ceremonia debía continuar, pero con la presencia de una vieja amistad de años que venía con su guardaespaldas, pero Hiro se sentía un poco extraño tener presente a alguien que se parecía bastante a quien fue un hermano. Dionisia trajo una silla más para el nuevo invitado quien se sentó sin quitar su arrogante sonrisa, Kyle por otra parte solo se alejó unos cuantos pasos.

- Por favor continúen -

Marco hizo una señal con sus manos, todos los presentes tenían varias preguntas al respecto, especialmente los que conocían al latino, pero por ahora se enfocarían en el ensayo de la boda y tal vez luego podrían hablar de todo lo que querían o debían aclarar.

- Bien, inténtelo de nuevo señor San Juan -

Dijo de nuevo el sacerdote, Hiro ya estaba a punto de gritar por la frustración y los nervios que tenía Leo con respecto a el juramento solo lo alteraban más, así que mejor lo ayudaría de nuevo. Acercó su vela a la de Leo sin que se diera cuenta y la encendió, almenos así podría ahorrar un poco de tiempo.

- Sí, si señor -

Leo levantó la mano izquierda.

- Con esta derecha... -

El Sacerdote de nuevo se enojó, pero Leo no podía dejar de pensar en Kubo.

-¡La derecha, su derecha! -

El sacerdote dió un golpe en la mesa haciendo que San juan de un pequeño salto de los nervios.

- Con esta mano...

Leo tomó de nuevo la mano de Hiro quien la apretó con un poco de ira.

- Con esta mano...

Empezaron los dos a caminar hacia adelante, pero Leo no estaba contando los pasos y se golpeó la pierna con la mesa, solo bastó eso para derramar la poca paciencia del sacerdote y la de Hiro.

-¡Tres pasos! ¡Tres! este chico no sabe contar ¿Acaso no quiere desposarlo señor San juan? -

El sacerdote le gritó a Leo, pero antes de pronunciar algo Hiro dió un paso al frente y apagó el fuego de la vela para ponerla sobre un recipiente de metal y evitar que la cerca cayera sobre el mantel.

- Si, si quiero -

Quiera o no esa fue su promesa hacia su madre y debía cumplirla, bajó la mirada, lo estaba arruinando solo por no aclarar las cosas desde el principio, maldito Nando, si el estuviera aquí nada de esto estuviera pasando y el seria muy feliz con Kubo y nadie se interpondría en ello.

- Si quiere desposarlo debería saber el juramento al derecho y al revés -

Leo soltó un suspiro para tranquilizarse.

- Esta boda no se realizará hasta que el Señor San juan este bien preparado -

Hiro bufó molesto por tan incómoda situación, el sacerdote salió de la sala llevándose consigo las cosas que iban a usar en la ceremonia. Los presentes fueron hasta donde Leo para saber la verdadera razón de porque no podía decir un simple juramento, mientras tanto Hiro aprovechó que todos estaban distraídos con el mexicano para salir del lugar y respirar un poco de aire fresco tomando de paso los anillos que Leo dejó hace un momento sobe la mesa, el tampoco se aprendió el juramento pero escucharlo tantas veces de la boca de su "prometido" hizo que se lo memorizara.

Cuando ya estaba todo un poco mas tranquilo Leo se acercó a Marco quien estaba hablando con ese chino con cara de pocos amigos, Kubo estaba hablando algunas cosas con Doña Toñita, pero al notar que Leo se acercó a Marco hizo que se pusiera alerta, cuando apenas falleció Miguel su novio le había contado sobre ciertas sospechas que tenía hacia Marco pero nunca pudieron negar o confirmar nada por la falta de pruebas.

Mas allá de la muerte (Higuel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora