XII

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Las flores de cerezo caen por el suelo, adornando la ciudad con un bello color rosa, el viento es fresco y el sol está en lo alto del cielo.

La nieve se ha derretido.

Es la primera vez en toda su vida que Osamu siente paz. No entiende muy bien qué ha pasado en los últimos meses para que hoy se sienta tranquilo, pero puede apostar todo a que es gracias al joven pelirrojo.

No ha podido verlo durante un par de semanas porque el universitario se hallaba hasta el cuello de proyectos, de todos modos seguían mensajeándose y llamándose, pequeños detalles que le enternecieron al castaño. Nakahara le llamaba siempre antes de ir a dormir, a veces hablaban horas y otras veces apenas unos minutos, pero la cosa es que el ojiazul cada noche se tomaba el tiempo de hablar con el vendado.

Ahora el castaño se encuentra en la cafetería preparando una orden de frappés, pues un grupo de jóvenes llenó el lugar.

Está tan concentrado en su labor que no se percató del varón de iris azules que ingresó al establecimiento, quien se sentó en su típico lugar frente a una ventana, sitio desde el cual podía observar a cierto empleado.

"¿Dazai-san?" Llama su compañero albino, quien estaba ayudándole porque debía reponer un turno.

"¿Mmh? ¿Qué sucede, Atsushi-kun?" Pregunta colocando la crema batida en el último frappé, además de espolvorear chispas de chocolate y poner una galleta en la cima. Ya tiene todos los pedidos en la charola, así que fija sus orbes sobre el menor.

"¿El de ahí no es Nakahara-san?" Con un pequeño cabeceó señala la mesa ocupada por el susodicho.

Osamu observa hacia aquella dirección y se encuentra con el poeta sonriendo y saludándole con la diestra en el aire.

"Sí, lo es..."

Nakajima le interrumpe, dedicándole una sonrisa amable.

"Yo entregaré el pedido de la mesa seis, no se preocupe." Antes de siquiera recibir una respuesta, el joven heterocromático toma entre sus manos la charola y deja al castaño solo.

Tras un suspiro profundo, Dazai saca su libreta de pedidos y se dirige hacia su... Amigo, querido o lo que sea.

"Buenas tardes, ¿qué va a ordenar?" Pregunta en tono formal, tratándole como a un cliente más.

"Quisiera que Osamu se sentara conmigo para beber té y charlar." Enuncia su pedido mirándole con evidente cariño, gesto que consigue dibujar una sonrisa en el vendado.

"Estoy trabajando y lo sabes, Chuu."

"¿Atsushi no podría suplirte unos minutos?"

Ambos varones dirigen su vista hacia el albino, quien estaba teniendo una amena conversación con un cliente de cabello azabache con las puntas decoloradas y tez casi pálida. Se notaba el interés en los dos jóvenes. Tal vez Dazai después le preguntará al menor sobre ello...

"¡Atsushi-kun!" Llama el castaño, sacando de su burbuja al par de chicos que se avergüenzan al ser descubiertos y el nombrado, en cuestión de segundos, está frente suyo pese a tener la cara enrojecida.

"¿Necesita algo, Dazai-san?" Pregunta tan servicial como siempre y dedicándole un cabeceo a modo de saludo al pelirrojo.

"¿Podrías encargarte de la cafetería por unos minutos? Necesito hablar algo con Chuuya."

"Oh, sí, claro. No se preocupe, Dazai-san."

"Gracias, Atsushi-kun."

Tras haber solucionado el asunto, Osamu se dirige a preparar un par de tazas con té verde para luego regresar con el poeta y sentarse con él.

Temor [SOUKOKU]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum