XV

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Giró el cartel de la cafetería para evitar la entrada de más clientes, era hora de cerrar. Limpió las mesas, el piso, la barra y la máquina de café, entonces se quitó el mandil. Suspiró.

Tenía sueño y todavía tenía que encaminarse a su encuentro con Nakahara, no le molestaba, pero estaba algo cansado. En cualquier caso deseaba verlo porque cuando estaba a su lado sentía paz.
Con una diminuta sonrisa cerró la puerta e inició su camino.

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Durante el trayecto, se cruzó con una librería y por simple curiosidad observó algunas portadas exhibidas en la vitrina. Esto no sería nada problemático para cualquier persona, pero leer "El signo de los tiempos" y poco después identificar al autor fue como recibir una bofetada. Sakunosuke Oda. Su viejo amigo, la primera persona en la que confió y su primer amor.

Exhalando todo el aire dentro de sus pulmones, se rascó la nuca y siguió caminando. Los recuerdos le invadieron, pero a su vez, experimentaba un sentimiento de ¿orgullo? Porque después de todo, el hombre con el cual compartió su vida durante varios años ha cumplido su mayor sueño. Ya no están juntos, ni lo volverán a estar, mas le hace feliz saber de los logros ajenos.

Quizá sea hora de soltarlo por completo y, para ello, primero debe hacer algo.

. . .

"¡Odasaku!"

"¿Dazai? ¿Estás bien?" El pelirrojo rápidamente fue en búsqueda del castaño, encontrándolo en el piso con algunas raspaduras y los ojos llorosos.

"Me caí." Responde dejando el llanto salir. El mayor suspira y le abraza, dándole consuelo.

"Vamos con tus papás para que te chequen esas heridas."

El castaño asiente un poco más calmado y se van tomados de la mano a la casa del menor.

. . .

"¡Odasakuuu!" Llama un chico de quince años, lanzándose hacia el susodicho, quien lo atrapa en el aire con mirada desaprobatoria.

"Dazai, te he dicho que no te lances así. Algún día podría no reaccionar a tiempo." Regaña al menor, dejándolo en el suelo.

"Eh~ Odasaku siempre me atrapará ¿no?" Tono cantarín utiliza, caminando al lado del ojiazul.

"No puedo hacerlo siempre." Dice con tono serio, que si bien trataba de ser una reprimenda, en realidad dejó con un mal sabor a Osamu.

Sonaba más como un "algún día no estaré para ti". No obstante, pensamiento alejó y cambió el tema, preguntándole por la escuela, ya que aunque asistían al mismo instituto, no iban en el mismo grado.

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"¡Odasaku! Mh, m-me gustas."

Un Dazai de diecisiete años se confesaba a un pelirrojo de dieciocho, quien mantiene ese típico semblante ambiguo, no dejando ver sus verdaderas emociones del todo. Tras unos segundos, esboza una pequeña sonrisa.

"¿De verdad?" Pregunta acercándose al menor. "También me gustas."

"¿M-me correspondes?" Cuestiona incrédulo y la respuesta que obtiene es un beso inocente en los labios acompañado de un abrazo.

Formalizaron la relación y fueron una pareja feliz por un par de años.

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"¿Odasaku?" Murmura el castaño cuando su llamada por fin es respondida. Escucha música del otro lado.

Temor [SOUKOKU]Where stories live. Discover now