XIV

839 111 20
                                    

"Osamu, ¿dónde estás?" Es lo primero que musita el pelirrojo cuando su llamada es recibida. Capta algunos ruidos de autos al otro lado de la línea.

"En camino, Chuu. Hay tráfico." Dice el castaño con un tono cansado e incluso estresado.

Hoy era el evento del universitario, se trataba de una exposición de arte por así llamarle, a la cual fueron invitados familiares y amigos de los alumnos. En el caso del ojiazul, invitó a su hermana Kouyou, ya que sus padres estaban ocupados con el trabajo, y a Dazai por supuesto.

Pero las presentaciones estaban a punto de comenzar y le preocupaba que Osamu no llegase a tiempo.

"Subo al escenario en cuarenta minutos. ¿Crees ser capaz de llegar?"

"Sí, sí, tranquilo. Estaré ahí, lo prometo."

. . .

Tras chocar con algunas personas y pedir disculpas, el vendado logró llegar al salón donde se llevaba a cabo el evento. Mostró su invitación y le fue permitido el ingreso, caminó sigilosamente, no queriendo hacer ningún ruido, pues en el escenario había un alumno recitando un poema. Era un joven pelirrojo, con una bandita en la nariz, alto, delgado y de ojos oscuros. A simple vista, parecía un matón honestamente, pero con su voz tenía a todas las personas embelesadas.

"¿Dazai-kun?" La voz de una mujer detuvo al nombrado, quien se gira en dirección a ésta. Ladea la cabeza, confundido porque no la conocía. "¿Eres el amigo de Chuuya?"

"Oh, sí, soy yo." Sonrisa nerviosa mostró, encontrándose con que se parecía mucho al enano. "¿Eres su hermana?"

La contraria asiente, dedicándole una mirada dulce. "Ven, Chuuya está por presentarse. Nuestros asientos están por allá." Señala un lugar delante con la mano que sostenía una copa de vino tinto.

Osamu musita un suave "sí" y camina detrás de la pelirroja. Se sentía un poco más seguro ahora que era acompañado, Kouyou-san transmitía tranquilidad y entendía el motivo por el cual su casi algo —había decidido llamarlo así porque hace mucho dejaron de ser simples amigos— habla de ella con tanto amor. Es una mujer elegante, educada, amable, pero... Puede deducir que tiene su lado aterrador, como todo el mundo, así que tendrá cuidado de no hacerla molestar.

Llegan a sus asientos y charlan un poco en voz baja, Kouyon-san le pregunta de dónde conoce a su hermano, cuánto tiempo llevan siendo amigos y demás cosas que Dazai respondió con naturalidad, aunque no fue consciente de la tonta sonrisa en sus labios ni del brillo en sus ojos al hablar del ojiazul.

La fémina no dijo nada al respecto, pero se sintió feliz de que su hermano fuera correspondido por aquel peculiar joven. Aplaudieron cuando el estudiante llamado Tachihara finalizó su presentación.

"Muy bien, a continuación se presentará Nakahara Chuuya con un poema escrito por él, se titula Huesos."

Dicho eso, el hombre se retira y hace aparición el poeta, vestido con un traje color gris oscuro que se nota fue hecho a la medida, además de portar su típico sombrero negro. Recorre el público con la mirada y sus hombros se relajan al hallar a sus invitados. Suspira antes de tomar el micrófono, tener a sus seres queridos presentes le otorgaba la confianza suficiente.

"Mira, mira. Estos son mis huesos.
Rompieron aquella carne inmunda
que estaba viva y angustiada.
Mis huesos, agudos y blancuzcos
ahora lavados por la lluvia.

Sin brillo
blancos como el yeso
chupando la lluvia
al aire
reflejando un poco el cielo.

Cuando el cuerpo alentaba
estos huesos se sentaban
en el bullicio del restaurant
a comer ensalada de espinacas.
Vaya broma.

Temor [SOUKOKU]Where stories live. Discover now