Epílogo

758 101 40
                                    

24 de octubre de 2025.

Han pasado cinco años desde que se conocieron.

Tres años y medio desde que iniciaron una relación.

Dos años desde que comenzaron a vivir juntos.

Y alrededor de un mes desde que se comprometieron.

Nakahara es el primero en despertar aquella mañana, bosteza y se frota los ojos. La noche anterior fue algo... Intensa y se siente adolorido. Puede sentir que un largo brazo rodea su cuerpo y, siendo sumamente cuidadoso, se gira para encontrarse con el castaño durmiendo plácidamente. Una sonrisa se dibuja en sus labios.

Le gustaría quedarse en la cama hasta que sea el mediodía, pero necesita darse una ducha y comer algo. Se muere de hambre. Jamás hubiera creído que el chico tranquilo y adorable que conoció sería tan demandante en la intimidad. De cualquier forma, con el pasar de los años se ha ido acostumbrando a sus pasionales encuentros.

Se escabulle del abrazo ajeno siendo lo más silencioso posible y se dirige al baño, durante el trayecto se percata de que recién son las siete de la mañana. Tiene tiempo para preparar el desayuno de ambos.

. . .

"Osamu." Llama suavemente, en espera de que el adverso reaccione. Al no ser así, vuelve a hablar. "Hey, despierta. Ya está el desayuno en la mesa."

"Chuuuuuya, déjame dormir." Murmura el castaño envolviéndose en las sábanas.

Nakahara suspira profundo y se aprieta el puente de la nariz. Ama a Dazai pero es un dolor de cabeza despertarlo.

"Osamu, por favor. Hoy tenemos cosas que hacer." Pide en el tono más amable que puede usar en un momento así. Al no obtener respuesta, se sienta en la cama y acaricia con cariño la espalda del contrario. "Recuerda que iremos a buscar disfraces para halloween."

Eso fue suficiente para llamar la atención del somnoliento hombre, quien sin más demoras se levantó.

"¡Cierto! Qué emoción ver a Chuuya en un traje de enfermera." Musita en tono cantarín, procediendo a desaparecer en el baño. El pobre pelirrojo rueda los ojos a la vez que sonríe divertido.

Minutos más tarde los dos están sentados, comiendo tostadas francesas y un café delicioso, el castaño levanta las cejas luego de dar un trago a su bebida.

"¿Lo hiciste en prensa francesa o en la cafetera?" Cuestiona relamiéndose los labios.

"En realidad utilicé la aeropress." Responde con cierto orgullo, ya que según él tenía excelente sabor. Dulce, frutal y una ligera nota de acidez.

"Wow." El castaño da un trago más y asiente. "Has mejorado bastante, cuando nos conocimos parecías más una persona que disfrutaba de beber café, no de prepararlo."

"Bueno, eso es gracias a que me has enseñado bien."

"Oh, gracias, me halagas."

Ambos se dedican dulces sonrisas y continúan hablando sobre sus actividades planeadas para ese día.

Luego de realizar tareas domésticas como ordenar la cama, lavar los trastes y barrer, se alistan para salir a la calle, aunque Dazai detiene a su pareja antes de abrir la puerta del departamento.

"Cariño, acomoda el cuello de tu camisa." El ojiazul levanta una ceja sin entender el motivo de esa petición y el castaño carraspea. "Se pueden ver algunas marcas de anoche, heh..."

"¡Osamu! Te dije que no lo hicieras porque se acerca halloween y el disfraz que quiero no va a cubrirme todo el cuerpo." Reprende el poeta completamente ruborizado acomodándose la prenda de forma que no se viera nada.

Temor [SOUKOKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora