Esa noche de tormenta

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Thomás
     Estoy saliendo con Mark hace un tiempo aunque nadie lo sabe no es que sienta vergüenza tampoco niego mi relación solo que me gusta mi privacidad. Timmy sospecha algo pero no tiene la más remota idea de quién se trata es sábado en la tarde me preparo para ir por algo de comer no veré a Mark ya que está fuera en la ciudad. Entré a un pequeño restaurante japonés y pedí un ramen pequeño y unos rollos s de suchi al tener mi pedido me dirigí a casa pero me desvié y llegué frente a la puerta de Mark reí por mi tonta acción me bajé del auto y caminé me detuve en la puerta estiré mi mano para tocarla pero recordé que Mark estaba fuera y volví a casa.

Mark
   Era cerca de la medida noche 11:45 para ser exactos llovía a cántaros el cielo nocturno se iluminaba solo por los relámpagos que surcaban el cielo.

Volví a leer el mensaje de buenas noches de Thomás sonreí llegué a mi apartamento me duché comí algo ligero y fuí directo a la cama cuando comenzaba a cerrar los ojos rendido por el cansancio un nuevo mensaje llegó a mi móvil.

- Bebé,te  extraño...🥺🥺

Miré enternecido el mensaje y una idea cruzó por mi cabeza me levanté de la cama me vestí un pantalón deportivo rojo un suéter negro y un abrigo rojo a juego con el pantalón unas zapatillas negras y salí busqué una sombrilla y me dirigí al auto manejé unos diez minutos hasta la casa de Thomás al llegar salí bajo la sombrilla todavía estaba lloviendo mucho toque el timbre y vi cómo la luz del pórtico fue encendida cuando la puerta se abrió una maraña de cabello oscuro asomó por la puerta dejando ver un par de ojos sorprendidos.

Thomas
    Envié un mensaje a Mark antes de dormir diciéndole que le extrañaba puse el móvil sobre la mesita de noche me acomodé de un lado al otro de la cama pero no lograba conciliar el sueño.

De pronto escuché el timbre bajé no pregunté quién era pues pensé que tal vez fuera Timmy con su pareja abrí con cuidado y al asomar mi cabeza me encontré con el chico que estaba robando mi sueño su hermoso rostro me regaló una enorme sonrisa.

- ¿ Mark?

No lo dejé hablar lo jalé de su abrigo y lo entré a casa cerrando la puerta tras sí y sin dejar que reaccionara lo pegue contra la pared y le besé como loco estuve extrañando su sabor todos éstos días.

Mark
    Besar a Thomás siempre era grato estaba contra la pared y aunque la diferencia de altura fuera algo que preocupara a los demás a mí no me preocupa el es un poco más bajo que yo pero no importa.

Me separé un poco para mirarle a los ojos y pude notar un brillo en ellos un fuerte escalofrío recorrió mi espalda hasta llegar a mi entrepierna Tomás me tomó de la cintura y me acercó a él. Pude sentir su erección y eso me puso duro comenzamos a besarnos bastante fogosos y en el camino a la habitación fue quedando la molesta ropa solo nos quedó la ropa interior que ya comenzaba a molestar.

Thomás me arrojó sobre la cama y se subió sobre mí yo observaba ese  cuerpo bien trabajado su piel bronceada todo su cuerpo era un deleite a la vista retiré su ropa interior dejando al aire un miembro circuncidado grande y grueso que goteaba retiré mis prendas y también saltó mi erección Thomás la miró con deseo y yo no pude hacer otra cosa más que acceder a su petición silenciosa. Froté ambos miembros Thomás gimió ronco y yo extaciado.

Thomás inició un vaivén delicioso mi mano libre recorrió su torso sentí es tan conocido cosquilleo anunciando que el orgasmo pronto llegaría froté más rápido hasta que ambos llegamos al clímax.

Invertí nuestras posiciones y ahora él estaba debajo de mí dirigí mis dedos a su entrada y comencé con mi trabajo de prepararlo para mí mientras lo preparaba mi boca estaba ocupada con sus oscuros pezones los gemidos de Thomás eran exquisitos y mi dese por el aumentaban consideré que estaba listo tomé un condón lubricante me lo coloqué y lubrique la entrada de Thomás y también puse un poco en el condón poco a poco fuí entrando en él podía sentir cómo se apretaba a mi alrededor sus uñas se clavaron en mi piel y sus gemidos aumentaron pronto las estocadas fueron más rápidas y ya no podía pensar nada coherente Thomás llegó primero con un gemido agudo y yo común ronco gruñido salí de él nos recordamos a recuperar el aliento besé su frente mojada en sudor le abracé y cuando estaba por rendirme al sueño unas manos traviesas buscaban por mi intimidad hasta que ésta volvió a levantarse y comenzar una nueva ronda.

Hola mis bebés ésta historia ya no le queda mucho para llegar al final, pero seguiré escribiendo Moon los que todavía no la han leído se las recomiendo.

              Besos...😘😘😘

   

Estúpido, pelirrojoWhere stories live. Discover now