IV

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Un alma en tensión que está aprendiendo a volar.

Canción: learning to fly.

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Roger detuvo sus pasos sobre el puente donde encontró al pequeño chico de cabellos revueltos, con la esperanza de que tal vez lo volvería a ver en ese lugar.

De cierta forma le recordaba a su yo del pasado, aquel que cometió tantas locuras y tocó fondo en el mundo del LSD y las drogas. No se sentía conforme consigo mismo y buscó una ruta de escape donde se sintiera satisfecho.

Todo comenzó cuando cumplió quince años, se sentía presionado por sus profesores debido a sus perfectas calificaciones, para ellos no bastaba y creían que el joven Waters lograría hacer más, mucho más.

El estrés y la ansiedad le hicieron recurrir a algo que le ayudaría a relajarse por algunas horas y después continuar con su rutina normal. No era muy seguido pero conforme pasaban los días, la necesidad de consumirlo lo dominaba.

Desperdició tiempo valioso en porquerías, perdido totalmente en su mundo. En verdad que se arrepentía. Sus padres lo internaron en un lugar para rehabilitarse cuando tenía diecisiete.

Fue duro, una época muy dura pero todo lo que su familia hizo por él y para él se los agradecía profundamente. Y ahora con veintiocho años seguía esforzandose por reconstruir su vida. La tentación siempre estará presente, solo tenía que concentrarse en sus prioridades y de ese modo no volvería caer.

Soltó un suspiro y revolvió sus cabellos castaños para después volver a colocarse la gorra hacia atrás. Caminó lentamente por aquel puente y se sentó a esperar.

¿Por qué deseaba tanto volver a ver al jovencito de cabellos negro? El solo pensar en él le revolvía un poco el estómago, pero claro, no de una mala forma, todo lo contrario.

Era una agradable sensación, sus ojitos tuvieron la capacidad de acelerarle el corazón aunque ni siquiera lo conocía.

"Mejor que cualquier droga" pensó.

Pero el menor no llegó, ni siquiera había una señal de vida cerca de ahí. Así que simplemente se decidió a volver, casi resignado.

Movía sus dedos al ritmo de la música que sonaba tras sus auriculares. Caminaba perdido en sus pensamientos, casi con un rumbo fijo hacía ningún lado. Iba en su mundo, disfrutando de la sensación del sol sobre su piel y el viento rosando su cara.

Hasta que la música se detuvo abruptamente.

¿Otra vez volví a romper mis audífonos? no puede ser, ni siquiera los he tocado se dijo así mismo, un poco enojado.

Pero de pronto sintió las vibraciones extenderse por su bolsillo lateral. Lo estaban llamando.

Vió la pantalla fijamente, el número no le parecía conocido.

¿Diga? respondió, acomodando sus lentes nervioso.

¿Hablo con... Roger, Roger Waters? la voz del otro lado de la línea se escuchaba dudosa.

Si, ¿quien habla?

Soy David Gilmour, oum, no nos conocemos pero la consejera de mi amigo me dió tu número. Mi amigo necesita ayuda con un idioma y la señorita Judith dijo que eres muy bueno con el idioma inglés rió ㅡ. ¿Podríamos vernos para hablar?

Tengo tiempo ahora mismo, ¿te parece?

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Destined - Sydger / Wrightmour Where stories live. Discover now