⊱┊Uenoyama Ritsuka es un joven doctor especializado en lazos rotos. Sato Mafuyu, su más reciente caso, lo tiene completamente desconcertado. Su mirada es triste y apagada, pero por algún motivo la encuentra hechizante. Uenoyama deberá separar sus de...
Uenoyama no pudo pegar un ojo en toda la noche después de haber escuchado aquel hermoso sonido proveniente de Mafuyu.
Si los ángeles tienen voz, seguramente así es como sonaría.
No sabía como explicar la sensación que sintió al escucharlo. Si tuviera que elegir una palabra sería intenso. Su voz era hermosa, pero no era solo eso, había algo en ella que lo hizo sentir algo inexplicable en su interior, como una explosión de mil diferentes sensaciones, todas contradictorias y revueltas. Fue una experiencia intensa.
"Deberías presentar algo con letra la próxima vez", las palabras de Akihiko aparecieron en su mente traviesamente.
No.
Mafuyu jamás accedería...pero ¿y si...?
Su mente vagaba en aquella remota oportunidad de volver a escucharlo cantar, y evitaba a toda costa volver a hacerse la pregunta que se había hecho momentos atrás en el hospital. No, eso era algo que no estaba listo para afrontar.
Era oficial, Uenoyama Ritsuka estaba en negación.
...
— Te ves terrible
—Buenos días a ti también
El olor a café recién molido invadía sus fosas nasales. Se encontraba en el elevador que los transportaba del estacionamiento subterráneo hasta el piso donde ambos trabajaban. El rubio tampoco parecía haber dormido mucho. Uenoyama quiso preguntar, pero sabía que Akihiko evadiría hablar del tema, como siempre.
—Su auto no estaba — suspiró pesadamente y cerró los ojos mientras se aferraba a su vaso de café. Por suerte era uno con tapa, pues con el movimiento que hizo seguramente lo hubiese tirado sobre su ropa
Uenoyama tardó dos segundos en comprender a que se refería, y cuando lo hizo soltó aire por la boca en un pequeño jadeo de sorpresa. ¿Akihiko estaba hablando del tema? Tenía que aprovechar y sacarle la mayor información posible.
—Mmm, supongo que Take-chan lo habrá traído al trabajo, seguramente ya se encuentra arriba
—Lo supuse
—¿Qué sucede? —no pudo evitar que la preocupación se filtrara en su voz
—¿Viste lo que publicó ayer? — y antes de que Uenoyama pudiera responder a aquella pregunta, Akihiko ya había sacado su celular del bolsillo de su chaqueta, mostrándole una foto
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—Ya veo...pero era algo que veíamos venir, llevan más de un mes saliendo, era cuestión de tiempo que lo hicieran algo oficial
—Supongo que tienes razón — suspiró, intentando no mostrarse demasiado vulnerable frente a Uenoyama
—La pregunta importante aquí es ¿Stalkeas a Take-chan?
—Sabía que no debía mostrarte nada — se lamentó, sabiendo que no dejaría ir el tema tan fácilmente
