—Estas son las llaves del auto, todo tuyo pues con este te podrás mover a donde quieras, cuando lleguen Tae tiene que comer y después hacer la tarea, si puedes ayúdale ¿bien? Y esta tarjeta es para que compres si es necesario, la señora Jo solo viene los fines de semana, no tenemos empleados pues solemos ser limpios y...—iba explicando NamJoon con un SeokJin que anotaba todo eso.
NamJoon hoy tenía que estar temprano en el trabajo por lo cual ya le estaba dando indicaciones al menor respecto a lo que se hace y que no, pues, aunque suele ser simple para la diminuta familia, es exacto lo que hacen, sino fuera por NamJoon incluso hubiera horas exactas para hacer todo.
—... No tenemos cocineros, yo suelo hacer la comida así que no te detengas si quieres hacerla, y una cosa más—termino de arreglar su corbata y saco. —Solo eres el niñero de Tae, no un empleado doméstico, no es necesario que limpies o laves la ropa si se requiere, no es necesario que lo hagas—.
—Si, no te preocupes—dijo sonriente.
—Bien—intento sonar convencido. —Llegare tarde, ya tienes mi número y el de doctor de cabecera por si algo pasa—dijo ya saliendo de casa.
—Tranquilo, todo estará bajo control—.
—Te lo dejo en tus manos, llego en la noche, tarde—.
—Ve con cuidado y suerte en el trabajo—sin pensarlo dio un besito en la mejilla del alto.
NamJoon se sonrojo, el menor al percatarse de la acción se sonrojo volviéndose una cereza.
—Yo-yo, lo siento... A-acostumbro a hacerlo en casa y-y... Perdona—dijo cabizbajo jugando con sus manos.
—Ah... no te preocupes, mamá hacia lo mismo, realmente me-me gusto—dijo mirando a otro lado.
—Hum, está bien—justo sonó las campanadas de las siete de la mañana. —Oh dios, se le hará tarde, suerte en el trabajo—sonrió cerrando la puerta de la casa.
NamJoon camino hasta su auto y recapacito lo que le dijo a Jin.
—Ay pedazo de idiota—se dijo así mismo estampando su frente contra el claxon del auto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Arriba, arriba tigrito—dijo SeokJin dando besitos en la cara del menor.
—Jin hyung~—musito con un puchero.
—Vamos, tenemos que bañarte, ayer no lo hiciste y hoy amaneciste apestosito—dijo cargándolo.
—Pero si no huelo a nada—se cruzó de bracitos.
—Oh claro que si cachorro, ayer corriste tanto que tu sudor puede hacer que apestes, y si cuando llegues a tu jerarquía y no te bañas tu olor combinado con el sudor hará que espantes a todos, cariño—dijo ya entrando al baño.
—¿En serio? —pregunto curioso.
—Si, ahora a la bañera que yo lavare tu cabellito—sonrió.
