👶 Capítulo 11 👶

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6 años atrás.

Junio, 2015.

—Ya vine, ¿Para qué me necesitaban? —dijo indiferente.

—Hijo, te presento a MeiJin, tu futura esposa—dijo el Alfa.

—Es un placer joven Kim—La chica, nerviosa, reverencio ante el joven alfa.

—¿Qué? Espera ¡Yo no planeo casarme! —grito enojado.

—NamJoon, estoy viejo ya, necesito que tomes el mando de todo en poco tiempo, pero sabes que no puedes a no ser que estés casado, son las reglas—de manera sería y brusca dijo su padre.

—Me niego, simplemente no puedo, sabes que quiero—fue interrumpido.

—Quieres encontrar a tu destinado y ser felices, esas son basura. Yo me case con tu madre y mira—señalo su oficina.

—Si, tienes poder, pero no felicidad—especto serio.

—Tienes dos opciones NamJoon, casarte y tener un hijo para poder tener el poder o negarte y que se lo pase a tu primo—dijo.

Si, se encontraba entre la espada y la pared. No quería que su primo estuviera al mando, llevaría a la ruina a la empresa. Es un asco en este tipo de cosas, además de que la avaricia no llevaba nada bueno.

—Solo... dame una semana para pensarlo—

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Octubre, 2015.

Y ahí estaban, tomándose fotos en elegantes trajes y vestidos. El hijo único de los Kim y próximo heredero de todo se a casado con una bellísima omega de tigre, un privilegio para el llamarla su esposa.

—Oh joven Kim, que alegría saber que se a casado con una hermosa chica—alago el anciano.

—Muchas gracias, espero que su familia y usted disfruten de la fiesta—sonrió, de una manera tan falsa, pero nadie lo notaba.

Recibían de a poco a los invitados saludándoles y recibiendo bendiciones por todos.

Al final se fueron a esa dichosa luna de miel, cosa que NamJoon no quería en lo absoluto. Desato su corbata, se deshizo del saco y tomando un poco de whisky se sentó a mirar el mar.

—¿Te vas a quedar ahí y no disfrutaras de tu esposa? —pregunto con molestia la Omega.

—En algo quedamos tu y yo ¿Lo recuerdas? —pregunto sin mirarla.

—Pues yo te recuerdo que aun no eres dueño de todo lo de tu padre, primero tienes que darle un hijo, y yo como tu esposa tengo que cumplir eso—se acerco a el masajeando sus hombros.

—Mei, por favor, no hagas arrepentirme mas de esto—dijo quitando sus manos.

—Oh Kim—se sentó en el regazo del mencionado. —Solo será una vez, juro que no volveremos a tener encuentros así, solo cumplimos lo de tu padre y me cumples lo mío—sonrió.

—¿Qué es lo que quieres? —.

La chica sonrió con malicia, no sabia en lo que se metía.

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Marzo, 2016.

ᴮᵒᵒᵏ | El pequeño Kim | ᴺᴶWhere stories live. Discover now