🍵Capítulo 8🍵

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Dos días más fueron los que NamJoon y SeokJin disfrutaban del celo del último mencionado. Ahora mismo NamJoon se encontraba despierto, acariciando con delicadeza las hebras castañas y el encantador rostro de su Omega.

Bien pensaba que esa no era la forma en la que quería marcarlo o incluso tener relaciones con él. Él quería llevar su magnífico plan de conquistar al Omega y cortejarlo primero, ¿Tendría que saltar la parte del cortejo ahora?

Mientras el Alfa seguía en sus pensamientos, Jin despertaba, abriendo lentamente sus ojos para encontrarse con el pecho desnudo de NamJoon, quien ahora era su Alfa. Sonrió con gran alegría, tenía su marca en su cuello, se sentía bien, fue anudado ¡Por dios! ¿Estará embarazado?

NamJoon sintió la preocupación de Jin y empezó a repartirle besos por toda su cara, haciendo reír al Omega.

—Buenos días, mi lindo Omega—dijo para darle un beso en los labios.

—Buenos así Alfa bonito—sonrió.

— ¿Qué es lo que preocupa a mi Omega tan temprano? —acaricio la espalda del mencionado.

SeokJin solo suspiro.

—Yo... Solo me preguntaba... Si estaré en cinta o algo—dijo tímido.

—Yah, cariño, no pasa nada. Después vamos con el doctor ¿sí? Yo no tengo problema en tener cachorros contigo—lo abrazo, atrayéndolo más a su pecho.

—Lo sé, pero aún no es momento, tengo un tigrito que cuidar—rio por lo bajo.

Se hizo un silencio, pero realmente cómodo, se escuchaban las respiraciones de ambos ser armoniosas, y los latidos de su corazón iban a la par. En ese momento Jin recordó algo, que incluso lo hizo sonrojarse.

—Oye, Joonnie...—llamo la atención del mayor.

—Dime, lindo—lo miró de manera tranquila.

—Cuando tu... hiciste eso—dijo totalmente apenado —Dijiste que olía a fresas ¿Cómo es que? —fue interrumpido.

—Jinnie, ¿No te has dado cuenta? —dijo burlón.

—¿Eh? ¿De qué? —dijo confundido.

—Mi Omega, somos destinados—se empezo a reír.

SeokJin enrojeció, sabía que había como señales, pero prefería ignorarlas porque quizás su Omega le hacía pensar de esa forma solo ilusionándose, se sentía avergonzado.

—Entonces... ¿El olor a pino viene de ti? —dijo escondiendo su rostro entre el pecho del mayor.

—Podría decirse que si—acaricia las hebras del menos.

—Demonios, yo pensé que era un aromatizante de la casa o incluso una loción, TaeHyung huele mucho igual—puchereo un poco más tranquilo.

—Hablando de TaeHyung, ¿Y si lo recogemos? —sonrió en grande separando un poco al chico para verlo.

—¿Lo sorprendemos? —sonrió igual emocionado por ver al niño, pero su sonrisa desapareció al instante.

—Mi Omega está preocupado ¿Por qué? —repartía besos por la cabeza de este.

—¿Cómo crees que reaccione TaeHyung cuando se entere de esto... Quiero decir, somos pareja ¿no? ¿Seré su padre Omega ahora? ¿Y si no me acepta? —dijo con ojos cristalinos.

—Oh Jinnie, no te adelante a tener ese tipo de ideas, yo pienso en que te aceptara ¿sabes? TaeHyung es muy cerrado, pero contigo fue diferente. El te quiere demasiado, no pienses lo contrario—con una sonrisa beso los labios abultados del Omega quien se veía tierno.

ᴮᵒᵒᵏ | El pequeño Kim | ᴺᴶWhere stories live. Discover now