Gojō Satoru

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"Falsa ilusión"
Advertencias: no.
(Parte 1 de 2)

─Yo sabía que estabas loca, pero no creía que además tenías pésimos gustos

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─Yo sabía que estabas loca, pero no creía que además tenías pésimos gustos.

Aquel comentario, sumado al estado de ánimo pesimista en el que te encontrabas, acabo con la poco de felicidad que te quedaba.

Utahime abrió las palmas frente suyo al ver las lágrimas asomadas en tus ojos, sin intención alguna de lastimarte de esa forma, pidiéndote disculpas una y otra vez.

─¡Mira, mira! ─exclamó con nerviosismo, apuntando con su dedo a la castaña con un lunar bajo su ojo derecho quién se encontraba pasando por un lado de ustedes en aquel pasillo, con un cigarrillo en mano─. Es Ieiri.

La nombrada iba a pasar de largo, sin otras intenciones más que terminarse aquel tabaco, sin embargo, al ver los intentos desesperados de la mujer porque no lloraras frente a ella, se detuvo para quedarse a ver lo que pasaba.

─¡Odio estar así! ─admitiste con enojo, tratando de disolver aquel tonto nudo en la garganta que se te hacía dificultoso al hablar─. Tampoco soy una chiquilla de diez años que se pone así de sentimental a causa del amor. ¡Yo solía reírme de aquellos personajes que se la pasaban suspirando por cosas tontas! ¡Y ahora yo soy esa tonta!

Tu diatriba dejó confundida a ambas mujeres, quienes te miraban como si te hubiera crecido una cabeza extra, y si no estuvieras al borde de tus sentimientos, seguramente pondrías la misma expresión o al menos te habrías reído de la pobre tonta que estuviera comportándose como tú. Pero en esos momentos, eras la afectada. Sin poder creer el descontrol de sentimientos por el que estabas pasando en esos momentos.

─Seguramente te imaginaste cosas ─comenzó a hablar Utahime, tratando de aligerar el ambiente o poner en orden tu cabeza.

─Sé lo que vi, Utahime. ¡Eran unas malditas tangas, por el amor de Dios! Dudo que Satoru se ponga... ─te quedaste en silencio sin saber si reír histéricamente por la situación─. Espera, la verdad es que, olvídalo. Sí lo veo capaz de colocarse una tanga. Con Satoru nunca se sabe. Pero por más que quiera poner excusas, no puedo cegarme ante esa posibilidad.

─¿Posibilidad? ─preguntó la castaña confundida, dándole una calada a su cigarrillo.

─De que Satoru haya pasado la noche con una mujer ─respondió Utahime, con una señal de asco ante la mención del albino.

Te arrepentías enormemente de que haber ido a la habitación de Gojō sin consultarle, sabiendo que se encontraba en una misión y era lo bastante despistado como para dejar la puerta sin llave.

No querías revisar las cosas del peli blanco, ni mirar más de lo necesario, simplemente querías recuperar de él aquel anillo que te regaló tu madre, el cual pertenecía a su familia, y que le habías pasado a Satoru para que lo guardara en su bolsillo durante una misión que involucraba una maldición de categoría especial y que residía en las alcantarillas. No te esperabas que al final de la misión Gojō se fuera con su compañero, dejándote sin oportunidad para pedirle tu anillo de vuelta.

CURSED TALE ─jujutsu kaisen one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora