Capítulo 6

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El segundo pueblo que visitamos fue el pueblo de las violetas, a penas entramos supe que le quedaba bien el nombre, cada parte de este pueblo desde los parques hasta las casas tenìan violetas por todos lados, las bancas de los parques eran de ese color, habìa muchas panaderìas y pastelerías, niños jugando en grupo, ayudándose unos a otros, la gente se movilizaba en bicicletas a diferencia de nosotras que íbamos en carruaje, las personas se alegraban al ver a la reina, se acercaban a saludarla, le regalaban pasteles, pan y otros dulces caseros. Ella tenía razón, la gente de este lugar es muy amable. Pero no sé por qué sentì que ya estuve aquí antes.

El tercer pueblo fue el de la valentía, al llegar muchos hombres y mujeres se arrodillaron de forma solemne y algunos hombres se unieron a los guardias de la Reina para ayudar a protegerla en caso de cualquier peligro, ya que apenas llegábamos a un pueblo bajamos del carruaje y lo recorrimos a pie. En este lugar los parques no eran como los otros, tenían diferentes máquinas de ejercicio y varias zonas de entrenamiento para pelear, incluso había un grupo de niños de alrededor de siete u ocho años entrenado, uno de los hombres del pueblo que nos acompañaba nos explicó que era para prepararlos desde temprana edad y de esa forma podrían ser capaces de proteger al reino y a su gente en cualquier momento, que sería algo que el enemigo no vería venir y que sería beneficioso para todos. No quise decir nada en ese momento, pero si es lo que estoy pensando, entonces están preparando a niños de siete u ocho años para pelear y posiblemente matar. Pueden llamarme rara, pero a mi no me parece bien que niños tan pequeños tengan que prepararse para una batalla así ni para ninguna otra.

También había varias tiendas de armas y cosas de cazerìa, en otro parque habìa mujeres y niños preparando nuevas armas y trampas. Por suerte alcanzè a ver tres hospitales y dos farmacias. Supuse que la gente de este pueblo podría utilizar hasta una cuchara de plástico como arma y de igual forma saldrían ganando.

Finalmente fuimos al bosque de los inocentes, una vez allì me sentì màs ligera, igual que cuando me dirijìa camino al castillo por primera vez con Sindy. De pronto ella me mirò y me dijo:

-¿Quieres hacer algo divertido?-

-¿Algo como que?-

-Sìgueme-

Dicho esto tomò mi mano y me llevò unos diez o quince pasos lejos de Reina quien nos miraba con alegrìa y de otra forma que no supe descifrar pero que no era algo malo.

Sindy soltò mi mano, sonriò y dijo:

-Salta-

-¿Que?- estaba algo confundida

-Asì, mira-

Acto seguido volviò a tomar mi mano y comenzar a saltar , pero cuando lo hizo, ambas terminamos saltando tan alto que llegamos a la cima de un árbol, no lo podìa creer, ¿còmo es posible?.

-¿Sorprendida?- preguntò divertida

-Si, ¿ahora como bajo?- se notaba el nerviosismo en mi voz

-De la misma forma en la que subiste, saltando- dicho esto volviò a tomar mi mano y saltó directo al suelo arrastrandomè con ella.

Cerré los ojos antes de tocar el suelo, pensando que sería una caìda dolorosa, pero no fue asì, de hecho a penas sentì cuando mi pies tocaron el suelo. Abrì los ojos estaba de nuevo en tierra firme.

-Ahora salta de nuevo-

Saltè algo desconfiada con los ojos cerrados, pero cuando los abrì estaba flotando en el aire y pude ver el resto del bosque, incluso el castillo, luego sentì algo de vèrtigo mientras bajaba al lado de Sindy.

La Reina se acercò a nosotras aplaudiendo, tenìa una sonrisa enorme dibujada en su cara, como si hubiera visto algo realmente grandioso y dijo:

-Sabìa que eras la chica correcta-

En el bosqueWhere stories live. Discover now