Capítulo 19

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El día de la batalla llegó, había entrenado para esto, pero no me sentía lista, tenía miedo de cometer un error y que todos murieran por mi culpa. Supongo que mi expresión lo decía todo porque la reina se acercó a mi, tocó mi hombro y me dio una de sus tranquilizadoras sonrisas, para luego decirme que todo saldrá bien.

Al llegar al punto de encuentro, los guerreros del pueblo de la valentía estaban al frente, detrás de ellos algunos soldados de los pueblos del saber y del pueblo de las violetas, al final estaba yo junto con la reina y Sindy, quien estaba siendo protegida por varios guardias del castillo, estaba más protegida que la reina y eso me alivió. El lugar era como un enorme tablero de ajedrez pero sin la piezas, había torres, edificios y casas en ruinas o abandonadas.

Logramos ver algunos soldados acercándose hacía nosotros, eran como los soldados del castillo, sólo que con uniforme rojo en vez de blanco. Al ver a la reina, no era como me lo imaginaba, creí que al ser un mundo creado y basado en una película, la reina roja sería igual,  como la reina blanca, pero era diferente, su cara era muy redonda, pero tenía una nariz muy larga y puntiaguda, su piel pálida, su cabello rojo intenso, corto hasta los hombros, pero liso, algo que en mi opinión la hacía ver mucho más vieja de lo que probablemente era. También usaba un vestido rojo con corsé estilo victoriano color negro, pero a diferencia de los vestidos de su hermana, este no era pomposo o estilo princesa de cuento, este era más corto y usaba unas botas largas negras.

Antes de que pudiera darme cuenta ambos bandos sacaron sus espadas y corrían hacia el lado enemigo para atacar, yo no sabía hacia que lado correr, mire de reojo a Sindy a quien se habían llevado a un lado apartado, lejos de la batalla, pero lo suficientemente cerca para que la reina y yo viéramos donde estaba. Luego vi a unos soldados de lado contrario viniendo directo hacia mi, así que  saqué mi espada y emplee todo lo que aprendí en el pueblo de la valentía, no sabía que hacer exactamente, sólo sabía que había que derrotar a la reina roja o en mi caso no morir en el intento. Pero mientras luchaba con los soldados enemigos algo raro pasó, yo podía herirlos, pero ellos no a mí, cada vez que alguien lo intentaba una luz dorada salía de la nada cegando a esa persona, supongo que a eso se refería la profecía.

Luego la reina roja, gritó la orden de liberar al dragón y mi cerebro se activó, si este mundo estaba inspirado en la película, lo  que debía hacer era matar a ese dragón, era más fácil decirlo que hacerlo y esperaba estar equivocada, pero la reina blanca me miró y como si  supiera lo que estaba pensando asintió con la cabeza, habría sido genial que me dijera lo que tenía que hacer claramente desde un principio, pero supongo que así es este mundo. Respiré profundo y con una valentía más bien fingida para convencerme a mi misma de que era valiente y que podía con todo, corrí directamente hacia el dragón, subiendo por las escaleras viejas de una torre hasta llegar al techo con mi espada en mano y  corté su cabeza. Todos se quedaron quietos al ver la cabeza del dragón caer y más aún cuando la reina roja al darse cuenta que la criatura que le había dado poder y el temor de su pueblo había muerto, viendo como la mayoría de sus soldados la abandonaban, Tomó su espada y se cortó la garganta frente a todo el mundo. Prefirió morir antes que asumir su derrota.

Pude notar como corrían lágrimas por el rostro de la reina blanca al acercarse al cuerpo sin vida de su hermana, supongo que a pesar de que la reina roja fuera una posible psicópata (digo posible porque no soy psicóloga ni psiquiatra para diagnosticar a nadie), atacara a su pueblo y cortara cabezas, entre otras atrocidades, para los ojos de la Reina blanca ella seguía siendo su hermana. 

- Creí... que tal vez al derrotarla, ella se rendiría y a lo mejor...poder ayudarla a cambiar su vida, supongo... que es muy ingenuo de mi parte haber pensado eso- Se notaba por el tono de su voz que estaba triste casi tanto como yo al enterarme que Marta estaba muerta.

-No es ingenua su majestad, simplemente tiene un corazón muy bondadoso y eso no es malo, solo significa que es una buena persona- Le dije para consolarla a pesar de no saber si lo que dijo era para si misma o para mi.

La Reina me sonrió débilmente, se secó sus lágrimas y ordenó que llevaran a su hermana al castillo para prepararla y organizar el funeral, dejando en claro que entendía a quienes no quisieran ir por obvias razones, así que no sería obligación asistir, pero que las personas que estuvieran  en el castillo guardarían luto por respeto hasta la fecha del funeral.




En el bosqueWhere stories live. Discover now