School days with idiots.

El nuevo amigo de Dazai👥

Mis ojitos llenos de lágrimas a penas alcanzaron ver a Dazai correr lejos.

—Chuuya, pequeño, ¿qué paso?—me preguntó mi hermana, incandose para estar a mi altura. 

—Dazai ya no quiere ser mi amigo.—grité poniéndome rojo por el llanto.

—¿Por qué ya no quiere ser tu amigo?—buscó algo en su sacó blanco, quería acercarme a llorar en su hombro, pero ese saco estaba bien bonito.

—Porque me hice amigo de Tachi.—ella sacó papel, me limpió las lágrimas y los mocos que se me escaparon, pero fue inútil, porque pronto salieron de nuevo.

Ella dio un gruñido por mi respuesta.

—¿Y por qué estas en el suelo, mi vida? ¿Él te empujo?—negué con la cabeza.

—E-él no me qu-quería ha-hablar, así qu-que lo esperé en la pu-puerta.—sentí un dolor en mi garganta y mis ojos humedecerse otra vez.—y cu-cuando salió lo em-empuje al sueloooo—volví al llanto.—Pe-pero aún así no qui-quiere ser mi a-amigoo.—paré de llorar unos momentos, miré a mi hermana. Estaba dando fuertes respiraciones como acostumbra hacer cuando yo hago una travesura.—¿Tendré que empujarlo de nuevo?

—Chuuya.—me llamó mi hermana, levantandome del suelo.—No puedes obligar a Dazai a ser tu amigo. Lo mejor sería que dejaras de juntarte con él.

—Pero yo quiero ser su amigo.—hice un puchero, siempre servía para convencer a mi hermana.

—Lo siento, Chuuya, pero es lo mejor.—miré hacía abajo.—Un amigo no se puede enojar porque conseguiste otro amigo, así no funciona.—puso un mechon de cabello detras de mi oreja.

—Yo quería tener dos amigos.—giré mi piecito con pena.

—Siempre puedes hacer más amigos.

—¿Tachihara no se enojara?—la voltee a ver asustado. 

—No debería.—eso me tranquilizo. ¿Quién necesitaba a Dazai? Yo no... bueno, solo un poquito.—Ven pequeño.—Kouyou extendio su mano, la tome al instante.—Vamos a casa.

—Ane-san.—ella emitió un sonidito indicando que me escuchaba.—¿crees que cuándo sea mayor tenga amigos?

—Por supuesto, eres amable y lindo, todo lo que se necesita para tener amigos.—eso me animó. Yo era amable y lindo, y Dazai sólo era lindo, así que tendría muchos más amigos que él. Empecé a dar brinquitos, sintiendo las lagrimas secas de mis mejillas como ajenas.

_____________________

Dazai y yo no volvimos a hablar en dos meses. Yo lo miraba de vez en cuando, a veces sentía su mirada en mi, pero lo que siempre pasaba era que chocabamos miradas. Yo me ponía muy nervioso y volteaba a ver a otro lado, creo que a el le pasaba lo mismo.

Había en el recreo lo veía solo, me sentía mal por él, pero en si es su culpa. No estaba solo porque le cayera mal a los demás niños y no lo invitaran a jugar, era todo lo contrario, él rechazaba la invitación diciendo que "era muy listo para eso". Niño payaso...

El miércoles fue distinto. Recuerdo que estaba esperando el momento donde nos dejarán salir a jugar, quería salir de una vez y correr, mis piernas se movían emocionadas. En cuanto la maestra nos dejo salir, fui a la cancha lo más rapido que pude. Ese día iba a jugar futbol con Tachihara y un nino raro obsesionado con los limones llamado Kaiji, otros niños se nos unieron después.

Busque que Dazai estuviera bien, se solía meter en problemas porque llamaba a los demás niños estúpidos, pero no lo vi incluso desde la cancha.