El ejemplo del buen híbrido 😺

1.5K 172 26
                                    

Chuuya sentía su barriguita gruñir del hambre mientras los gemelos buscaban un lugar para escapar de la academia. Seguía nervioso por escapar, ¿qué tal si se encontraban con el robachicos del que su hermana siempre le advertía?

Pero tenía tanta hambre. Además, no iba solo.

Los niños híbridos salieron por un hueco en la pared, era uno demasiado pequeño para que pasara un adulto, pero lo suficientemente grande para que pasaran Chuuya y los gemelos.

La calle contaba con poca iluminación, y solo eran unos pocos carros los que pasaban.

Con las sombras inundando el lugar, y la falta de un adulto de confianza al cual pedir ayuda en caso de que un monstruo apareciera, Chuuya se empezaba a preguntar que tan buena idea fue salir de la academia.

Para un adulto la tienda de convivencia estaba a cinco minutos caminando, pero para los tres pequeños niños que apenas habían arrebasado el metro de altura, la caminata hacía la tienda era muy muy larga.

Con sus orejitas atentas a cualquier ruido, los hibridos saltaban del susto cada que un auto pasaba. 

Después de unos pasos más, pudieron ver la tienda. Era como la luz después del tunel. La fuerte iluminación de la tienda era lo único que iluminaba las calles alrededor. Corrieron hasta la puerta y suspiraron aliviados cuando se encontraron con el aburrido cajero que los miraba con una ceja levantada.

Se dividieron por los pasillos buscando algo que se les antojara.

/ᐠ。ꞈ。ᐟ\

Dazai se repetía a si mismo una y otra vez que no le importaba lo que le pasara a los tontos de sus compañeros. Porque eran eso, compañeros, no amigos.

Daba vueltas en su cama, tratando de encontrar la posición que lo ayudara a no pensar. Una molestia en su cuello empezó a surgir y no tuvo otra opción que levantarse. Era obvio que no dormiría pronto, así que comenzó a dar vueltas en su habitación con la esperanza que sus energías se agotaran y él por fin pudiera dormir.

No funcionó. Caminar alrededor solo potenciaba su mente con recuerdos de alguien que sí era su amigo. Alguien que, al igual que Chuuya, carecía de sentido común yendo a buscar de noche un juguete olvidado, y que nunca volvió a ver.

Para los demás, era solo otro híbrido perdido. Uno de los muchos que desparacian día con día. Aún recuerda con frustración como los policías parecían no mover ni un pelo, rindiendose enseguida.

"Probablemente termino en una red de trafico". Los había oído decir. "No creo que podamos encontrarlo con vida".

Y Dazai no podía evitar pensar que si hubieran buscado un poco más, si tan solo hubieran continuado un día más, hacer una llamada más, preguntar más, tal vez hubieran encontrado a su amigo.

Había escuchado a Mori quejarse de la complicidad que tenían esos policias con los responsables de la desaparición de Odasaku, y aunque le costó entenderlo, pudo preguntarse como se sentirían esos policías al saber que estaban dejando que cosas malas sucedieran. 

¿Podrían dormir por las noches? También les costaría trabajo encontrar la posición que acabara con los pensamientos? ¿También caminan alrededor de su cuarto pensando?

Dazai no quería ser como esos policías. No quería que Chuuya y los gemelos se perdieran y nunca volverlos a ver. Ellos no le caían bien, Chuuya era particularmente irritante, pero sabía que Odasaku no los habría dejado ir solos a la tienda.

Y aunque Dazai nunca se había considerado a si mismo como un chismoso, pensó que sería estúpido perseguirlos él solo. 

Corriendo aún en pijama, fue hasta la habitación donde dormía el director Kunikida. Golpeó la puerta con fuerza. La puerta se abrió con lentitud, y el director se asomó con los ojos entrecerrados .

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Feb 13, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

School days with idiots.Where stories live. Discover now