Escuela para hibridos malcriados 😾

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Kunikida era muy feliz en su academia para hibridos malcriados. Tenía un cien por ciento de éxito en todos sus casos. Pero un día, tuvo que encontrarse con el que podría ser el reto más difícil de su vida.

Un hombre peligro, quien se registro como Mori, dejó a un pequeño hibrido de lince. El niño era castaño, tenía vendas alrededor de sus brazos, lo que le pareció raro al encargado, parecía asustadizo ya que se escondía detrás de Mori.

El hombre le explicó a Kunikida lo que pasaba. Dazai no quería salir de casa y no confiaba en la gente. Él siempre había sido algo problemático, molestaba a los demás híbridos, pero pareció calmarse cuando conoció a aquel híbrido de zorro. Odasaku era unos cuantos años mayor que él, y aún así, se hicieron muy cercanos. Por lo que, cuando desapareció, afectó mucho a Dazai.

El rubio asentía mientras trataba de buscar una solución a su problema.

Llamó a su propio híbrido para que ayudara a Dazai a instalarse en la academia.

Atsushi era un hibrido muy amigable con todos. Era sonriente y servicial, así que la gente tendía a confiar fácilmente en él.

Dazai fue la excepción. No fue grosero, pero si distante y cortante. Las orejitas del tigre bajaron levemente ante la actitud del lince. Aún así, lo llevo a la habitación en la que se hospedería unas cuantas semanas.

No falto mucho antes de que una dama, alta e imponente, entrara arrastrando a un hibrido de zorro. Kouyou presentó a su hermano menor, Chuuya, quien estaba algo manchado de la cara pero, irónicamente, su ropa y sombrero estaban completamente limpios.

Nakahara no era muy diferente a los híbridos que solía recibir. Impulsivo, mal hablado, y atrevido. Si no fuera porque se preocupaba un poco más por permanecer pulcro, habría pensado que era alguien que se había escapado de su escuela.

El pelirrojo era valiente y curioso, no tardo ni un segundo en explorar la zona. Tal vez fue por esa valentía que, cuando llamo a Akutagawa, le indicó que le llevara a la misma habitación que Dazai.

Gran error.

Nakahara en todo el camino no paro de hablar con Akutagawa, quien solo le respondía con "si" o "no". El híbrido de gato le ayudo a abrir la puerta de la habitación. Chuuya entro emocionado, observando todo a su alrededor. Se detuvo en seco cuando vio a un lince recostado en una de las camas.

—Oh, no sabía que compartiría con alguien—miró a Akutagawa, expectante de una explicación.

El pelinegro sólo se encogió de hombros en respuesta.

Dazai miraba molesto al hibrido de zorro. No quería compartir cuarto con nadie, y menos con un zorro.

—Uhm, me llamo Nakahara Chuuya—se presentó un tanto nervioso por la mirada molesta del castaño.

El lince no contestó. Sólo se giro en la cama. Mañana hablaría con el encargado para que arreglará esto, mientras tanto dormiria un poco.

Si tan sólo el molesto intruso dejara de hacer tanto ruido.

—¿Qué estas haciendo?

—Estoy guardando mis cosas—respondió alegre, lo que solo irritó más al castaño.

—¿Y tienes que hacerlo ahora? Estoy tratando de dormir.

—Son las dos de la tarde.

—¿Y?

—¿No preferirías guardar tus cosas ahora o ir a explorar la academia, y en la noche dormir?

—Los linces somos nocturnos, lo haré en la noche. Ahora cállate y vete a hacer tus estúpidas cosas de zorro a otra parte.

School days with idiots.Where stories live. Discover now