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Con el pasar de los días el incidente con la maldición de Kate Bell era la comidilla de todos los alumnos

Draco, se había mantenido lo más posible al margen, escuchando rumores sobre que Potter le había acusado a él como autor de dicha maldición. Ante la falta de pruebas la acusación no fue tomada con importancia, contrario a eso fue reprendido por acusarle











































































































































El slytherin caminaba por el pasillo del gran comedor, cualquiera que lo mirará atentamente notaría el nerviosismo y ansiedad que se ocultaban casi a la perfección debajo de una careta fría y serena

La rubia ravenclaw podría ser una de esas personas, para ella nada pasaba desapercibido

Se encontraba sentada con su mejor amiga,  platicaba trivialidades hasta que el platinado llamó su atención. por un momento sintió empatía con él, deseaba levantarse y volver abrazarle, como lo hizo hace algunos días

—¿De nuevo mirando a Malfoy,  Luna?— le cuestionó su amiga, elevando una de sus cejas, detonando que sospechaba algo, lo que le daba un aura astuto y peligroso

—No, solo miraba en esa dirección— explicó —fue sin intención— justificó torpemente. Ante el sentimiento de ser atrapada, clavó la mirada en su plato de comida

—Si, claro y Hermione reprobó su examen de encantamientos— ironizó la pelirroja —¿Que te traes con él?— preguntó en un tono mayormente preocupado, pero con un atice de curiosidad

—nada, de verdad Ginny, solo me preocupa su apariencia— murmuró la muchacha, pasando uno de sus rizos dorados detrás de su oreja

Draco encontró encantador dicho movimiento, quien observaba detenidamente a la rubia y su conversación

—No tendrías por qué, se le ve bien, es un Malfoy— respondió la gryffindor, encogiendose de hombros y restándole importancia a la preocupación de su amiga

—no lo se, es extraño— murmuró dudosa

— hablamos de Draco, todo el es extraño— minimizó, sonriéndole para calmarla

Luna suspiró resignada sabía que si seguía con esa charla, tarde o temprano su mejor amiga terminaría enterándose de los espontáneos encuentros con él que ella consideraba su amigo

Y con el silencio que se posó sobre ellas, la pelirroja cambio de tema

—Dean se ha molestado conmigo— le contó

—no es nada nuevo, ¿ahora que sucedió?— preguntó, prestándole un poco más de atención y dejando de lado al Slytherin que le miraba desde el otro lado de la mesa

—piensa que sigo enamorada de Harry—

—¿no es así?— inquirió Luna

extraña casualidad Where stories live. Discover now