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Extrañamente el destino los unía de una u otra forma, el platinado se encontraba varias gradas lejos de Luna, pero la reconocía, aún podía percibir su aroma a cereza y veía su rostro sereno y ligeramente sonriente

Se perdió en ella en los movimientos de sus manos al hablar con sus amigos, en su sonrisa calmada y ligera, se le notaba feliz a lado de Ron el chico parecía amable y amistoso, sabia que eran buenos amigos

En algún momento, cuando él y ella hablaban y podía ser él quien tomaba su mano le contó sobre el pelirrojo, dijo que había sido tan valiente que cuido de ella y de Hermione cuando se enfrentaron con mortifagos en el ministerio, le estaba agradecido, había sido un buen amigo para Luna y la había apoyado. Así que si, estaba algo tranquilo con el hecho de que ambos hablarán

Pero silenciosamente estaba molesto consigo mismo por no ser el quien provocaba esa sonrisa y esa calma en la chica, siempre le traía problemas a la rubia ojos de cielo

Todo su buen humor se esfumó al ver al tonto Longbottom acercarse a Luna, veía su expresión torpe y sonriente con la rubia, al rubio prácticamente se le desbordaba el amor en la mirada y le molestaba de sobremanera que el objeto de su afecto fuer a su Luna

¿De cuando acá la considero mía?— se pregunto, mirándola a lo lejos y negando hacia si mismo

Ahora el grupo de la justicia se encontraba junto, Potter sonreía contento abrazando a la comadreja menor, Ron se había alejado de Luna dejándole el espacio a Neville para ser el ahora en quien se recargaba la rubia

—es difícil alejarse— afirmó en un susurro una voz delicada y tristona

Miró sobre su hombro encontrándose con la pelinegra, que se acercó hasta él y se sentó a su lado, con un espacio apropiado entre ambos

—Lo es— suspiró, aceptando

Pansy sonrió, era inútil pensar que podía ser un apoyo para Draco, el platinado no era precisamente una persona que expresará sus sentimientos con nadie, pero era inevitable no ver qué se estaba consumiendo en tristeza y frustración, posiblemente hasta anhelo por estar cerca de la rubia que ella aún no veía nada extraordinaria como para ser tan importante para de quién estaba enamorada

—te entiendo— murmuró, tratando de empatizar e intentar consolarlo, Draco la miró de reojo —¿Le dijiste la verdad?— preguntó la slytherin, haciendo que el platinado la mirara ahora directamente con curiosidad

—¿A qué verdad te refieres?— cuestionó fingiendo indiferencia y desentendimiento

—Draco, crecimos juntos, a mi no puedes mentirme— dijo Pansy, guardando sus manos dentro de su chaqueta y mirándolo detenidamente

—No se de qué hablas—

—si lo sabes y yo también, siempre lo supe— afirmó —la marca no se podrá ocultar por mucho tiempo— susurró la pelinegra, haciendo que Draco se tensara

Controló la expresión de su rostro y apartó la mirada de quién había sido por algún tiempo una buena amiga

—Lo he hecho por un año— confesó

—Lo se Draco, papá se lo dijo a mamá y lo escuché—

—eso no es propio de una señorita como tú, Pansy Parkinson— dijo con un tono divertido y elevando una de sus cejas

—¿Cuando hemos respetado las regalas Draco Malfoy?— respondió divertida, haciendo reír también al platinado —¿Lo descubrió?— Draco negó

—se lo dije— bajó la mirada hasta sus pies, evitando verla a ella y apartando la mirada de Luna por primera vez —solo Snape y Luna lo saben, ahora tu—

extraña casualidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora