Rómpeme el Corazón | Harry Styles

Título 13

Aquel "esperado" Jueves llegó. Acordé en recoger a Connie del trabajo. Pues luego de eso iremos directo a la casa de mis padres. Connie salió de la editorial platicando con Aria, la diseñadora de libros y la chica con la que podría decirse que tuvimos algo fugaz. Yo desvié la mirada algo nervioso. Es decir, estaba dentro de mi auto pero aún así traté de no hacer contacto visual con ellas. Miré de reojo cómo se despidieron, al parecer Aria no me notó y se fue por su lado. Connie al ver mi auto estacionado, se acercó con una sonrisa.

Suspiré, devolviéndole el gesto y desde adentro le abrí la puerta para que entrara.

—Hola —me saludó con un beso en la mejilla.

—Hola —murmuré.

—¿Listo para irnos? —me alzó una ceja al notarme en silencio— Oye... te siento distraído.

—¿Qué? Claro que no, pienso que estoy igual —solté una leve risa. Al menos yo me sentía igual, un poco nervioso, pero normal.

—Oh, bien, está bien —cerró la puerta del auto.

—¿Y cómo te fue en la editorial? —pregunté mientras encendía el auto.

—Lo normal, un montón de recados por atender y agendar demasiadas citas y arreglos de la mayoría de trabajadores, pero todo bien —se puso el cinturón de seguridad.

—Me alegro que te esté yendo bien —le di una mirada rápida— Por cierto, luces fantástica.

—Gracias —se sonrojó— El saco blanco que traigo puesto es lindo pero sabes que debajo traigo el vestido que me has dado —me sonrió coqueta.

—Lo sé —dije con la mirada en el camino, pero aún así sonreí.

—Me encanta tu saco rosado, creo que hice una buena elección para ti.

—Creo que ambos tenemos buen gusto.

Nos dedicamos a escuchar música de la radio. 'Walking Blind' de Aidan Hawken estaba sonando. Yo sentí el camino relajado, un silencio cómodo.

We don't have to know

We don't have it all worked out

We can just keep walking blind

Miré por un segundo a Connie, ella se removió un poco incómoda al escuchar esa parte de la canción. No quise preguntar, así que volví mi vista mientras me preguntaba cómo terminará todo esto.

Al llegar a la casa de mis padres, mi mamá salió de la casa tan pronto oyó mi carro estacionarse. Ambos salimos del auto y mi madre me dio un fuerte abrazo como saludo. Y para mi sorpresa, también le dio otro a Connie con la misma intensidad. La chica sonrió enormemente durante el abrazo y eso me hizo sonreír con ternura.

—Me alegra que estén aquí —tomó del brazo a Connie y la llevó adentro, yo iba detrás de ellas— Déjenme decirles que lucen muy bien.

Pronto la familia se acercó y comenzó a saludarnos. Y como era de esperar, todos estaban aquí cuando mi madre dijo que solo seríamos nosotros. Lo que pasa es que ella adora invitar a toda la gente que atesora, mi mamá suele amar a todos que le es imposible negarles una invitación.

Y luego llegó Gemma. Ella me dio un abrazo, hace meses que no la veía en persona. Es decir, ella al ser periodista se la pasa más ocupada que yo. Pero en fin, siempre tratamos de mantenernos al tanto.

—Gemma, ella es Connie, mi ¿novia? —fue por un momento raro decirlo. Y me sentí estúpido porque soné inseguro— Y Connie, como lo habrás notado, ella es Gemma, mi hermana mayor.