Rómpeme el Corazón | Harry Styles

Título 16

Nos quedamos ahí en el pasillo parados como dos fantasmas sin poder articular nada.

Pero tuve que tener valor para hablar. A pesar de solo vernos a los ojos con nuestros peores rostros. Aún cuando la noticia me tenía congelado.

—¿Cómo pudiste Connie? —la miré como si fuese otra persona— ¿C-cómo pudiste mentirme con algo así? —retrocedí un paso, queriendo huir de esta miseria.

—Iba a decírtelo, pero no encontré el momento indicado —apretó sus labios. Se veía preocupada.

Cuando dijo eso, creo que una ola de coraje se apoderó de mí.

—¡¿No encontraste el momento?! —grité incrédulo, ella cerró los ojos con fuerza— ¡Maldición Connie! ¡¿En tres meses no encontraste el jodido momento indicado?! —pasé mi mano por mi cabello con desesperación. Ella me miró con pena—. ¿Y qué me dices del momento en el que te ofrecí la propuesta? ¡No dijiste nada!

—¡Traté en ese momento! ¡Lo juro! —gritó de vuelta— Por eso también estaba nerviosa ese día, quería hablarte de ello.

Traté de hacer memoria en mi cabeza de aquel día cuando le ofrecí el trato.

—Es que yo...—había algo que quería decirme, pero se veía que no sabía cómo explicarlo.

Quizás trató de decirme, pero no fue suficiente el esfuerzo. Yo creí que solo estaba nerviosa por el acuerdo, no porque estuviese ocultando un compromiso.

—Y cuando me llamaste por error ese día...—murmuró—, traté de decirte mi situación, lo juro. Pero tuviste que colgar y después me acobardé.

Volví a hacer memoria de aquel día en que la llamé por accidente luego de haberme equivocado creyendo que era Niall.

—Hay algo que quiero que sepas...—dijo con seriedad y yo alcé una ceja.

En eso, otra llamada aparece. Era mi madre.

Lo recuerdo, tuve que terminar la llamada en ese instante. Pero, ¿Qué hay de otros días?

—No es excusa, Connie, por Dios —arrugué mi frente—. ¡Estabas enrollándote conmigo a pesar de tener a tu futuro esposo! Es... es por eso que no querías que te visitara muy a menudo por aquí. ¡Es por eso que jamás he conocido tu departamento por dentro porque...! —en ese momento me sentí estúpido. Todas esas señales que jamás vi.

—Harry, cariño...—trató de caminar hacia mí pero yo me alejé antes de que pudiera tocarme.

—¡No me llames cariño! —la miré como si estuviese bromeando, ella solo quedó callada— ¡Eres una jodida mierda de persona! ¡Una mierda andando! —mis ojos ardían, quizás ahora tenía los ojos rojos.

En ese momento, alguien salió del departamento. Ambos volteamos. Era su hermana la que se asomó, supongo.

—Ahora no Fanny, déjanos solos —la castaña habló con seriedad. La chica iba a decir algo, pero Connie rogó con su mirada, y no le quedó más opción que meterse de nuevo.

Volvimos a quedarnos solos en silencio. Miré su rostro sin expresión alguna, entonces me vio a mí.

—No puedo creer que sentí mucho por ti —murmuré dolido por aquel hecho.

Ella miró mis ojos con pena.

—Por favor...—mi voz se quebró— Dime que es mentira.

—El trato ha terminado —dijo de pronto.

Volví a congelarme en una fracción de segundo.

—Ha terminado, Harry. Es momento de dejar de vernos, o al menos, seguir con nuestras vidas —suspiró—. No sé si rompí tu corazón, pero es obvio que ya no hay razón para seguir. Espero puedas escribir tu libro —me da una última mirada antes de meterse a su hogar.