Título 22

1.2K 55 20
                                    

Me ama, yo la amo, pero no podemos estar juntos. Al menos quiero decírselo, porque no creo pasar otra noche sin poder dormir bien debido a que esas palabras siguen atoradas en mi boca. Quizás no valga la pena que se lo diga, pero necesitaba dejar mi alma y mente tranquilas. Me duele que no sirva para nada, pero me sentía con el deber de que sepa que también la amo.

Fui a la editorial temprano, eran las 8 de la mañana. Connie ya estaba ahí en su escritorio. No me ve llegar, por lo que mi corazón late fuerte y mis manos sudan por los nervios. Sin pensarlo mucho, decidí acercarme.

—Hola —murmuré una vez ahí, ella se giró para verme.

—Harry...—se levantó de su silla. Igual estaba nerviosa.

—Vengo por unos pendientes con mi editora...—ella asintió al oírme, quizás decepcionada— Pero también vengo a charlar contigo por un momento —aclaré y Connie abre sus labios.

—¿Conmigo? —pregunta creyendo que había oído mal, pero yo asentí con mi cabeza— ¿Quieres ir al comedor? A esta hora no hay nadie.

—Sí, vamos.

Fuimos allá en silencio. Mi corazón latía muy fuerte y ya me estaba arrepintiendo de hacer esto.

—¿Qué sucede? —murmura para mí, una vez que ya estábamos en esa sala.

—Sobre anoche y lo que me dijiste antes de marcharte...

—Espero no haberte incomodado —me interrumpió. Yo negué.

—Solo estaba sorprendido por todo —suspiré, me era difícil expresarme justo ahora— No pude dormir anoche a causa de que no pude responderte. Quizás no sirva de nada que te lo diga, pero yo también te amo.

Nuestros ojos hacen contacto y al parecer ninguno de los dos quiere romper el silencio. No obstante, poco a poco una pequeña sonrisa se asoma en su rostro y sus ojos se cristalizaron.

—¿Es una mierda, cierto? —arrugué mi frente— Nos amamos pero no podemos estar juntos.

—Lo sé, y eso me mata —admitió, borrando su leve sonrisa.

—Lamento que tengas que pasar por ese destino. Y no solo digo porque no podamos estar juntos, sino porque mereces tener la libertad de elegir tus propias decisiones —suspiré.

—No puedo creer que a esta edad tenga que pasar por esto. Debí haber huido de Inglaterra desde hace años.

No dudé en abrazarla. Ella recostó su cabeza en mi hombro y yo cerré mis ojos al sentirla en mis brazos. Su maravilloso olor me hizo recordar cuánto la extrañaba. Ambos nos separamos un poco para ver nuestros rostros. No decimos nada, pero nos dedicamos a vernos a los ojos. Fui el primero en bajar mi vista a sus rosados labios. Vuelvo a sus ojos de inmediato, y siento cómo mi cerebro me obliga a besarla pero no lo hago. Sin embargo, es una sensación que mi cuerpo echa de menos.

Extraño besarla, extraño hacerla mía, extraño oír sus suspiros y extrañaba el sonido de su voz. Pero eso último es lo único que puedo obtener de ella y para mí es mejor que tener nada.

—Debo regresar a la recepción —murmuró, separándose de mí.

—No quiero decirte adiós, Connie —dije con dolor.

—Ni yo, lo siento tanto —iba a irse pero yo la tomé de la mano. Me mira y yo me acerco a ella— ¿Qué pasa?

Uní mis labios con los de ella, y siento un gran alivio cuando lo hago porque lo necesitaba. Connie al principio se sorprende pero no tarda en devolverme el beso y sigue mi ritmo que es lento. La verdad es que no quiero que termine, estaba disfrutando cada segundo por miedo a que sea la última vez. Sus manos se colocan en mi cintura y las mías en sus mejillas. Mierda, tenerla así hacía que mi cuerpo se sintiera débil.

Rómpeme el Corazón | Harry StylesWhere stories live. Discover now