Como Amar

Capitulo 10

Harry miró atónito a Louis. Casi no podía creérselo. ¿Louis, el chico más mujeriego que conocía, enamorado? Harry frunció el ceño, no sabía que decir.

-Sospechaba algo, pero no estaba seguro… -musitó Harry

-Te contaré desde el principio –dijo Louis lanzando un largo suspiro –bueno, no es como que haya pasado algo importante para quererla, solamente un día me di cuenta que si pudiese besarla lo haría, que si pudiese decirle que fuera mi novia lo haría, y desde entonces comenzó la tortura.

-¿Tortura? –preguntó Harry

-Es difícil verla cada maldito día de mi vida, y no poder decirle te amo y besarla ¿sabes? Ella es la única chica que en realidad deseo, de todas las formas humanamente posibles… -musitó Louis mientras Harry escuchaba atento –cuando la vi besar a ese imbécil, me hice añicos por dentro.

-¿Te acuestas con todas las chicas solo para intentar…? –preguntó Harry

-Olvidarla, sí –completó Louis –nunca ha resultado –dijo riéndose amargamente.

-¿Y ahora que pasó? –preguntó Harry.

-Estábamos bebiendo vodka, porque ella llegó destruida luego de una pelea con una chica, quiso olvidarse de todo… bebiendo, nunca lo había hecho al extremo de emborracharse, pero amenazó con que si no iría a un bar a hacerlo. Es mi mejor amiga y la amo ¿crees que le diría que no? –sonrieron cómplices –entonces, se emborrachó, más que yo. Estábamos en mi habitación y comenzó a decir que quería besarme, porque quería averiguar como tantas chicas querían estar conmigo, se lo negué, pero comenzó a decir que era muy poca cosa para mí y muchas tonteras, hasta que la tomé y le di un beso… -Louis sonrió al recordar sus labios contra los de ella –al fin y al cabo, aún estoy algo borracho. La cosa pasó a mayores cuando me sacó la camiseta y trató de sacarme los pantalones, la detuve y me encerré en el baño para… relajarme –Harry entendió claramente y soltó una risita –finalmente… se durmió, estuve con ella hasta que tu llegaste.

-Estoy impresionado –dijo Harry finalmente –aunque siempre lo pensé, pero sigues siendo buen actor, ¿hace cuánto te diste cuenta?

-Hace tres años –dijo Louis. Harry siguió con la cara de sorpresa.

-¿Por qué no se lo dices y ya? –preguntó

-Porque me dejó claro que nunca saldría con un mujeriego, eso quiere decir, que no saldrá conmigo –dijo Louis.

-Pero deberías intentarlo, ya sé, ¿no se acerca el baile de primavera? –Louis asintió –invítala, dile que no quieres ir con ninguna de las huecas que te suelen gustar y que quieres ir con ella.

-¿Crees que funcionaría? –preguntó Louis con cierta ilusión.

-Sí, pero debes dejar de acostarte con estúpidas, debes olvidar la apuesta con Zayn, es decir, no ocupes su moto y olvídate que te acostaste con esa profesora –dijo Harry –olvida el sexo y las chicas perfectamente huecas.

-Es complicado –dijo Louis. Harry lo fulminó con la mirada.

-¿La amas o solo es un capricho?

-La amo con mi vida –dijo Louis muy seriamente.

-¿Entonces por qué estás dudando? ¿Tanto te cuesta dejar de tener sexo con chicas huecas?–preguntó Harry arqueando una ceja.

-No es eso… -dijo Louis.

-¿A qué le tienes miedo Louis? –preguntó Harry –si es tu reputación, ni te ocupes en decirlo.

-¡No! Si ella me amara mi reputación sería lo último que me importaría, solamente tengo miedo a que me rechace, solo imaginarlo me hace trizas –dijo Louis mientras pasaba su mano por su cabello.

-Arriésgate, si no, nunca sabrás lo que puede pasar. –afirmó Harry – yo me arriesgue y ahora estoy saliendo con Jess –dijo sonriendo. Louis sonrió también –si quieres puedo hacer que investigue a Stephanie, que le pregunte cosas como ¿nunca has pensado en estar con Louis? O alguna cosa así –dijo Harry.

-Pero Jess entonces sabría que me gusta Stephanie, no aún no quiero que nadie más se entere. –afirmó Harry.

-Tienes razón, invítala al baile de primavera, es en dos semanas. –dijo Harry –lo recuerdo perfectamente, allí conocí a Jess y me flechó, fui tan idiota como para esperar todo un año para arriesgarme. Tú llevas tres. –Louis suspiró largamente.

-Lo haré, creo que debo intentarlo –dijo Louis finalmente.

-Bien hecho –dijo Harry palmeándole la espalda.

Luego de que Harry se fuera, fue a comprobar como seguía Stephanie, ella dormía aún, su brazo derecho estaba por sobre su cabeza, algunos cabellos rebeldes le caían sobre el rostro, sus labios estaban entreabiertos.

“Preciosa” pensó Louis, hasta dormida le parecía hermosa. Se recostó otra vez junto a ella, estaba dispuesto a cuidarla. Le quitó el cabello de la cara con delicadeza, y le besó la frente, ella se removió, pero inmediatamente se quedó quieta. Louis sonrió, paso su brazo por su cintura y se quedó dormido.

Ella abrió los ojos y le dolía la cabeza, no demasiado, pero no se sentía del todo bien. Sintió entonces algo atrapando su cuerpo, y vio que no estaba en su casa.

Volteó y vio a su mejor amigo dormido profundamente. Sonrió, tenía cara de angelito cuando dormía. Parecía niño bueno, como el que conoció hace unos años. Su mano casi por inercia fue a su mejilla, la tocó con cuidado. Su piel era muy suave. Louis luego de unos segundos abrió los ojos. Ella sonrió al verlo despierto, sus ojos azulados brillaron de ilusión al verla junto a él.

-Hola –dijo Louis finalmente.

-Hola Lou –dijo ella dulcemente jugando con el pelo del muchacho.

-¿Te duele la cabeza? –preguntó él preocupado.

-Casi nada en realidad –admitió ella -¿hice alguna estupidez? –preguntó algo confusa.

-Eh… no, hablaste incoherencias pero nada… más –mintió Louis. No quería decirle que se besaron, o más bien que casi tuvieron sexo. ¿Serviría de algo? No, además de hacerla avergonzarse profundamente. No quería que ella se incomodara.

-¡Que alivio! –dijo ella con una sonrisa despreocupada.

-Claro –comentó Louis.

-Gracias –dijo ella con dulzura –eres el mejor amigo del mundo Louis –le dio un abrazo en el que prácticamente quedó sobre él. Louis sonrió con cierta melancolía, el frágil y delgado cuerpo de ella estaba sobre él. La sensación de sentir la calidez del cuerpo de la muchacha lo hacía sentir diferente, y por él, se quedaría así para siempre.

-De nada pequeña, saber que haría cualquier cosa que tú me pidieras –dijo Louis mientras acariciaba su cabello.

Luego de un rato, Louis la llevó a su casa, ella le besó la mejilla y entró a su hogar, era bastante tarde, pues habían dormido mucho. El se tocó la mejilla embobado y se fue a su casa.

Mañana sería el día, mañana la invitaría al baile de primavera