¿Malo hasta los huesos? ¿O quizás?..

Capitulo 14: Una pareja problemática.

Listo nuevo capítulo. Disfruten

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(Debo dejar de hablar conmigo misma).

En tanto me decía esto y probaba que no lo haría, Muji volvió a hablarme. —Bien, dijiste que querían un corte, ¿no?. Entonces, les haré a tí a Ching un pequeño descuento. —Propuso sonriente.

No sabía si fue por amabilidad o para borrar la falsa molestía que sentía hacia el. Pero si era por lo segundo, no podía aceptarlo.

—Lo agradezco Muji, pero no hace falta complacerme. Ya estamos bien. Pagaré lo que tenga que pagar. —Rechacé con una sonrisa amigable.

Pero entonces, Muji aclaró. —Gyajaja! No, no lo hago como disculpa. Lo que pasa es que contando a Tobe, sus Ninjas y otra cliente cuyo nombre no me permitió revelar hasta que fuera exitoso, no he tenido ningún nuevo cliente por más de medio año. Así que ya que las dos son nuevas, es mí deber agradecerles con un descuento. Pero solo por está vez. —Terminó diciendo con un guiño coqueto.

Diablos ¡¿Más de medio año?!. Eso no es nada bueno. Y se entiende viendo el lugar donde se instaló y en el estado que se encuentra su local. La verdad no lo entiendo. Yo recuerdo vagamente que era rico o casi rico. Incluso Tobe hace poco dijo que lo cargaba hasta su mansión. Entonces, ¿porqué no se instaló en un lugar mejor, como en el centro de la aldea?. ¿Será porque es muy tacaño?. Hmm...no. En cuyo caso no me ofrecería un descuento doble. Hmm...Me pregunto si Tobe lo sabe.

—Oye, Tobe.

Justo me giré a preguntarle, pero en eso, escuché a alguien quejarse.

—Hmph! Pues tendrías más clientes si nos dejaras ayudarte.

La persona en cuestión era la señorita Yun y su queja iba dirigida hacía Muji, quién reaccionó de forma nerviosa al momento que le habló.

—Oh! Y-Yun!. Qu...¿Qué cuentas?. —Dijo con una sonrisa forzada.

—Oh, Que bien. Ahora me saludas. Porque hasta ahora me trataste como si no existiera. —Renegó.

—Ugh! —Muji se puso tenso ante sus palabras y sabiendo que habría una discusión, hizo un poco de distancia con nosotros y entonces replicó. —Pero tu me prohibiste dirigirte la palabra y también me bloqueaste las llamadas.

—Oh, y ahora me haces caso. Entonces, ¡¿porque cuando te digo que puedo ayudarte a conseguir clientes, no nos dejas?!.

—(Suspiro). Cálmate Yun. No volvamos a la misma discusión. Ya te dije que debo hacer esto solo. Tengo que probar que puedo garantizarnos una vida sin problemas financieros.

—Primero! No me digas que me calme. —Dijo con un tono amenazador. —Y segundo. Sabes muy bien que con lo que yo gano, podríamos vivir cómodamente por muchos años. ¿O qué?. ¿Crees que mí dinero no sirve?. ¿Que solo tu puedes sustentarnos mientras yo cocino y limpio?.

—Wow! Wow! ¿De dónde salió eso?. ¡Claro que no!. Eres increíble y se muy bien que con tu apoyo y de los demás podría obtener mucha clientela he incluso un mejor lugar. Pero todo se trata de mí estúpida hombría. Es para no sentirme inferior. Quiero probarme que soy digno de estar contigo.

Trás sus palabras, el rostro de Yun mostró una leve disminución en su malhumor. Pero luego, Muji comentó.

—Y por cierto. Mí cocina nadie la toca. Te deje cuidando el arroz por unos minutos y casi provocas un incendio.

—Ugh! *\\\\*. No fue mí culpa. Es que me distraje con algo gracioso que publicó Hana. Además solo paso una vez. No exageres. —Protestó apenada.