ღ Capítulo 9 ღ

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Eva

Me llevo una cucharada de arroz y carne, a los labios, degustando la exquisita comida que prepara la mamá de Kaleb. Me duele admitirlo, pero las habilidades en la cocina de mi madre, no se comparan en nada con las de la señora Darren. Para mí que ella tiene un ingrediente secreto, que la hace especialmente inolvidable.

—¿Cómo te va en los estudios? —me pregunta ella, y yo me apresuro en terminar toda la comida que está en mi boca.

—Por ahora, he sacado sobresaliente en todas las evaluaciones que hemos hecho. —admito, con algo de orgullo.

Solo yo sé todo lo que me esfuerzo por sacar buenas notas. Kaleb piensa que es algo que viene en mis genes y que no puede evitar. No tengo la etiqueta de Nerd, solo porque mi novio es uno de los chicos más populares del colegio, y eso me convierte en alguien igual de popular que él, y los populares no pueden ser nerds.

Pero conmigo está esa excepción de que supuestamente no estudio y todo me sale bien porque soy una genia rebelde, cuando la verdad es que paso todas las noches devorándome los libros de cada asignatura y haciendo resúmenes cada que hay un examen.

—Ojalá Kaleb aprendiera algo de ti. —le lanza una mirada acusatoria a su hijo, quién le regala una sonrisa socarrona.

—Con una hija aburrida, ya tienes suficiente. —añade Kaleb, burlándose de su gemela.

—No necesito ser el centro de atención como tú. —alega Kash, hermana menor por apenas segundos de Kaleb— Cuando yo sea reconocida por mérito propio y no por medio de una fama sin fundamentos, entonces sabrás que has fracasado en la vida.

—Para entonces, yo voy a haber formado una familia con Eva y tendremos muchos niños, mientras que tú estarás viviendo sola con tus gatos como una solterona. —contraataca, él.

—Chicos. —interviene la madre.

—Creo que estás equivocado. —Kash ignora la llamada de atención de su progenitora— Porque tus hijos serán los que te dirán "Papá, quiero ir a ver a mi tía la millonaria" y ahí entenderás quién es el ganador final.

—¡Deténganse! —exclama la señora Darren, y el ambiente en la mesa se vuelve algo tenso— No se dan cuenta que tenemos invitados... —fulmina con la mirada a sus hijos, quienes nos miran a mi madre y a mí con vergüenza.

—Son niños, Deborah. —comenta mamá, tratando de aligerar el ambiente.

—Mamá. —se levanta Kash— Creo que ya debería ir a mi cuarto y preparar todo para cuando lleguen las demás invitadas.

—Ni siquiera has terminado de comer.

—En mi cuarto hay demasiada comida para la piyamada y creo que debería dejar algo de espacio en mi estómago. —se defiende ella— Eva, ¿vienes conmigo ahora, o irás más tarde?

—Me voy ahora. —exclamo, poniéndome en pie. No soportaría estar en este ambiente tan incómodo yo sola— Ya he comido suficiente ja.

—Está bien, mi vida. —habla mamá a mi lado, y me inclino para dejar un beso en su mejilla— Diviértanse.

Kaleb me guiña un ojo, y yo le sonrío para luego correr tras Kash hacia su habitación.

—En serio, Eva. ¿Cómo demonios puedes aguantar al idiota de mi hermano?

—Créeme, yo tampoco lo sé. —replico, recostándome en la cama de la chica.

—Me saca de mis casillas cada vez que habla. —confiesa Kash, caminando hacia su baño— Si no llevase mi sangre, de seguro que lo hubiese abandonado en una carretera vacía, en cuanto tuviese una oportunidad.

Ada y Eva ©️Where stories live. Discover now