Ada y Eva ©️

ღ EXTRA [Después de Eva] ღ

Antes de comenzar, solo quiero pedirles que tengan la mente abierta y piensen un poquito en Ada. Tengo miedo de vuestras reacciones con este extra, lo admito jjj

Ada

Los créditos comenzaron a reproducirse en la pantalla cuando la película acabó. Sentía la mirada de Eva puesta sobre mi nuca, esperando mi reacción final. Tuve que aguantar la sonrisa que quería formarse sobre mis labios.

—No es gran cosa. —murmuré, encogiéndome de hombros.

—¿Qué no es gran cosa? —Eva se había acomodado y ahora me miraba fijamente desde en frente— Tienes que admitir que la película estaba muy buena.

—Se podía ver.

—Oh, no. Tú no acabas de decir eso.

Eva se levantó de la cama y comenzó a recoger sus cosas. Yo aparté el portátil de encima de mí y me apresuré a rodear la cama hasta llegar a ella y envolverla con mis brazos, provocando que su espalda se pegara a mi pecho.

—No te molestes. Es solo una película. —murmuré, restándole importancia al asunto y sin dejar de abrazarla mientras ella ponía resistencia.

—No es solo una película, es mí película favorita. —exclamó, remarcando el pronombre— Y a ti no te gustó. ¿Cómo es eso posible? ¿A quién no le gusta "Your Name"?

Esta vez, sonreí sin poder evitarlo.

—Sí me gustó... —mascullé, apartando la mirada. Eva se dio la vuelta, aún entre mis brazos.

—¿Te gustó? —preguntó con un hilito de emoción en su voz. Yo asentí levemente— ¡Lo sabía!

Antes de que pudiera superar el grito de emoción que ella había soltado, Eva se había abalanzado sobre mí y había capturado sus labios con los míos, tomándome por sorpresa. Mi pulso se había acelerado cuando mi espalda tocó las sábanas sobre la cama y ambas habíamos terminado con poca ropa y recuerdos que nunca podríamos borrar.

Habíamos dormido abrazadas toda la noche. Hasta que abrí los ojos y Eva se había ido para un turno que tenía con el dentista esa mañana.

Ojalá hubiera sabido que esa sería la última vez. La habría abrazado más fuerte, la habría besado más veces, le habría dicho "te amo" hasta quedarme sin aliento...

Una lágrima se desliza por mi mejilla cuando los recuerdos vienen a mí.

Qué miedo estar haciendo algo por última vez y no saberlo.

—¿Cómo te sientes? —ni siquiera me di cuenta que la doctora había entrado y se estaba acercando a mí. Me limpio la lágrima con el torso de la mano sin que pueda verme.

—Me siento bien. —añado con una sonrisa.

—Si Dios quiere, está es tu última sesión, niña.

—Nunca pensé que llegaría este día. —admito, sin poder evitarlo.

—La mayoría de las personas que se someten a quimioterapia contra el cáncer, lo hacen sin esperar mucho. Pero tú... —la doctora ladea la cabeza— Cuando llegaste aquí hace unos meses, vi en tus ojos lo decidida que estabas a luchar contra tu enfermedad.

Bajo la mirada, algo avergonzada.

—Nada que ver con la forma en que rechazaste el tratamiento cuando te hablé de él la primera vez. ¿Qué te hizo cambiar de opinión? —pregunta.

—Ella. —se me hace un nudo en la garganta— Por ella tenía que vivir.

—¿Quién es ella? ¿Tu novia? —cuestiona con una sonrisa de complicidad en su rostro.