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C A D I E

—¡Oye baja de ese árbol!— regañe a un pequeño causando que el me mire y me saque la lengua, menudo mocoso. —¡Vas a caer— siguió trepando hasta que se cayo y lo alcance a atrapar. —Te lo dije, pero no haces caso— lo baje de mis brazos y se fue corriendo.

—No te hubiera ido tan mal con esos reflejos— agregó Eren acercandose.

—¿En que?—

—Cuidando niños ¿Hubieras tomado algo distinto si no hubiera pasado lo de tu familia?—

—Creo que no...— medite unos segundos. —O si mi hermano me lo hubiese pedido quizás si, pero no puedo imaginar mi vida sin haberlos conocido, se que no soy tan extrovertida y que me he apagado bastante desde que paso lo de Reiner pero quiero a volver a ser yo, no voy a permitir que me apague—

—Nunca lo sospechaste— me interrogó, mientras jugaba entre mis dedos con el collar que me obsequio Erwin.

—No, si hubiera sido así, lo habría asesinado, así nadie hubiera muerto... y el comandante tendría su brazo...— declare enojada.  —Pero bueno, hoy es el último día aquí — comenzamos a caminar. —¿Como te fue con Shadis?— el de apeno un poco causando que ponga mi mano sobre su cabeza. —Lo siento yo...—

—Miren es el idiota de Eren, quiere más golpes con su amigo imbecil de Armin— dijeron tres matones. —¡Espera viene con Mikasa! Vamonos —

—¡No lo harás porque eres una enana y me quedaré con tu postre!— Angelo me desafío ¡Maldito el día que aposté mi postre!

—¡Noo!— mis piernas se tropezaron y caí raspando mi rostro.

—¡Cadie!— Angelo se acerco corriendo a mi para rodearme entre sus brazos con fuerza, mientras comenzaba a llorar. Este recuerdo es dos meses atrás a la tragedia. —Mierda...— saco un pañuelo de sus ropas.

—¿Angelo?— una chica muy linda se acercaba a nosotros. —¿Y esa mocosa?— ella me miró de forma despectiva mientras lloraba.

—Sarah...— mi hermano detuvo el cuidado por mirar a la chica que estaba molesta.

—Supongo que olvidaste que nos veríamos que haces corriendo con esa chiquilla— mire a Angelo deteniendo mi llanto.

—Esta chiquilla es mi hermana— le respondió enfadado.

—Pues déjala con tus padres y vamos, quiero hablar muchas cosas contigo, más importante que estar limpiando mocos y sangre— yo baje la mirada no le iba a detener si el queria ir.

—Pues me importa una mierda, no permitiré que nadie hable así de mi hermana, ni menos que diga que es importante, vete con tus amigas ellas siempre te van a querer escuchar— ella me miró ofendida y se fue a paso rápido.

—Siempre te voy a cuidar mi enanita

—¿Q-Que fue eso?— apenas me di cuenta ambos estábamos de rodillas en el suelo...

—¿Cadie tienes sangre real?— pregunto.

—N-No— puse mi mano en mi pecho.

—¿P-Por que pasa esto entonces?—

—Tú titán esta fallando— el me miro algo molesto.

—¿Que dices?—

—Es la verdad, mira a que ahora  no funciona— le toque la mejilla y paso...

—Cadie...— murmuró, mientras mi llanto subía de volumen, me había expuesto ante él, amor que sentía por el que siempre estuvo intacto a pesar de los años.

—Por eso siempre estaba tan nerviosa cerca de ti... porque me gustabas desde que soy pequeña, con mi hermano te veíamos pasar y yo me sentía tan bien en estos últimos días que estuviste conmigo, dándome cariño, donde te preocupaste tanto de mi, pero tuve que quedarme sola para darme cuenta ¡Que aún lo extraño!— mi corazón dolia con fuerza. —¡Aunque sea un asesino traidor lo extraño...!— mis llantos retumbaban en el lugar, que incluso mi mente no lograba distinguir cual era el que salía y cual era el eco.
—¿Y no puedo reemplazarlo?— mi corazón se detuvo un segundo.

—¿Q-Que?— lo mire asombrada sin dejar de llorar mientras el se agachaba a mi altura y tomaba mi hombro y lo acariciaba y sus ojos de ternura se centraban en los míos al verme reflejada sabia el desastre que era en esta instante.

—Dejame reemplazarlo, por favor Cadie...—

—Haremos las cosas más interesantes, que ambos peleen convertidos en titanes— una voz sonó mientras veía que caía sangre en mis ojos. Este recuerdo no es mio.

—¡Rapido Historia, debes beber su líquido encefaloraquideo!—

—¿¡Por que no te transformas Eren? Si lo hago primero te matare— era Historia y su padre.

—Solo cómeme mi padre robo el poder de tu hermana quizá ella ya habría solucionado todo—

—Cadie e-esto no es normal —

—No se lo digas a nadie ¿Bien?— le mire perturbada.

—¿Estas con el comandante?— me avergonze.

—Sobre todo eso no se lo digas ni a Mikasa ¿Vale?—

—Vale...—

—Creo que comienzo a sentir tu dolor,  haz pasado por mucho...—

—Gracias— sonreí.

Nos regresamos al cuartel antes de la cena, pase un momento por la oficina de Erwin mientras el hacía su papeleo miraba las cortinas.

—¿No estas cansado?— pregunté.

—Algo— respondió.

—Ven...— lo tome de la manga vacía de su abrigo y el rió un poco.

—Vale— fuimos hasta su habitación donde nos sentamos en la cama y le hice darme la espalda. —¿Que harás?—

—Shhh— comencé a hacerle masajes en sus hombros

—Se siente muy bien Cadie— se relajo, nos mantuvimos un instante así hasta que se acostó en la cama relajado.

—Descansa— le dije pero el me tomo del brazo.

—¿Podemos pasar esta noche juntos?— lo mire sonrojada. —¡No lo malinterpretes solo quiero dormir contigo!— aclaro.

—Bien— me quite las botas y me acosté a su lado.

—Se siente bien estar así contigo— el se giro y nos miramos a los ojos.

—Me quedaría aquí toda una vida— le sonreí.

Sigue tú corazón.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt