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C A D I E

—Tenemos que hablar—Tome la iniciativa y me acerque un poco más a él.

—Tienes razón— respondió desviando la mirada se sentí incomodo lo podía ver en sus ojos.

—Tomemos asiento aquí, creo que hace una noche preciosa como para estar dentro— me puse un poco de lado y apunté la banquita.

Tomamos asiento y nos quedamos en silencio unos minutos hasta que di un suspiro suave y lo miré, pero el no a mi.

—Lo siento mucho por lo de esta mañana—Reiner me miró y de pronto su mirada se suavizó un poco. —Yo actúe de forma explosiva— tome su mano. —No estuvo bien lo que te dije, siento que arruinó todo el progreso que logramos anoche.—No quiero que creas que aún te sigo juzgando porque no es así— nos miramos a los ojos y acaricie su mejilla. —Lo siento mucho me ofusque, y debería ayudarte a entender lo que me preocupa y en esta ocasión fue más que nada el hecho de que  si Denisse regresaba antes iba a ser mal visto quizás, que recibió malos tratos o una mala acogida y tengo que cuidar mi imagen como princesa y a Eldia— murmuré avergonzada. —De todas formas me disculpé con ella y ya tiene la libertad de moverse por donde ella desee no te preocupes, entiendo que ahora estés decepcionado de mí y que creas que nunca podré dar vuelta la página pero no es así te lo prometo Reiner— baje la mirada apenada. —Lo siento mucho—

—Estoy tan feliz de oírte decir esas cosas Cadie— Reiner acaricio mi mejilla. —Te amo— me aproximo a su rostro y me beso con suavidad, le correspondí con la misma ternura.

—Me siento tan tonta perder este día a tu lado, nos queda poco tiempo y pronto tendrás que regresar a Marley— me aferré a sus brazos en un abrazo reconfortante. —Siento todo esto, siento haberme tardado tanto por mi orgullo Reiner— el acaricio mi cabello mientras se me quebraba la voz.

—La diferencia que puedes ir a Marley las veces que desees, al contrario de mi que solo puedo venir con un montón de papeleo de por medio— cerré mis ojos.

—Me gustaría que fuera así de sencillo, me gané el título de ser una princesa algo viajera, y tengo que mantener mi estatus, de todas formas son viajes diplomáticos para ayudar a ambas naciones— el beso mi cabeza.

—Haz trabajado muy duro y lo sigues haciendo, debí entenderte más esta mañana tienes mucho peso sobre tus hombros, lo siento yo también Cadie—

—Está bien—

—Bien, no estés tan triste querida princesa— limpió mis lágrimas y besó la punta de mi nariz. —¿Qué te parece si esta vez que vas a Marley te quedas conmigo?— lo mire algo inquieta.

—¿Y tú madre?—

—Por supuesto— negué suavemente.

—No creo que sea buena idea, no hemos sido muy amable la una con la otra además debe odiarme por todo lo que te he hecho pasar— desvíe la mirada.

—Si tú madre puede perdonarme a pesar haber destruido su familia ¿Por qué la mía no lo haría?—

—Porque son distintas personas, quizás aún debe verme como un demonio— me puse de pie nerviosa. —Igual iré solo por el día a disculparme, fui muy grosera— Reiner rió causando que lo mire curiosa.

—Al menos irás— se puso de pie y me abrazo.

—Algo es algo ¿No?—ambos reímos.

Hoy fue nuestra segunda noche juntos, desperté en la mañana nuevamente desnuda, metí mi cuerpo en una de las batas de seda que me habían obsequiado en el medio oriente y me senté en el sofá de mi habitación mientras Reiner aún dormía, cepillé mi cabello y luego me dirigí al baño, donde tome una ducha cálida y luego me vestí con normalidad, mientras me ponía un poco de maquillaje vi las mantas moverse.

Sigue tú corazón.Where stories live. Discover now