Sigue tú corazón.

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C A D I E

—Muchas gracias— ella hizo una reverencia causando que me quede congelada.

—Subiré tus cosas a mi habitación— Reiner beso la mejilla de su madre y subió al segundo piso dejándonos a solas.

—Escuche por parte de mi hijo que le gusta mucho los postres— la mire incomoda.

—Si, necesito dulzura en mi vida— bromeé un poco pero no hubo ninguna risa de ninguna de las dos. —¿Usted es más de dulces o  salados?— trate de romper el hielo.

—Salado— respondió inspeccionando su cocina.

—Bien, ya esta todo listo ¿Necesitas la ducha o algo?— Reiner me miro atentamente. 

—Me gustaria poner en agua las flores que me obsequiaste— lo mire y mire a las flores el sonrió.

—Yo me encargo— el tomo las flores y se fue en busca de un florero.

—Majestad debe cuidar sus manos— comento su madre y no sabia como tomarme su comentario. —Tus tios comerán con nosotros, vendrán con Gabi y Falco— informo mientras estaba estática como una muñeca en la mitad del comedor, mire hacia la sala tratando de desviar mi incomodidad.

—Eso suena genial, así toda la familia conocerá a Cadie— Su mamá estaba cocinando.

—Si...— ella respondió poco convencida. 

—Reiner, iré a ponerme algo más cómodo ¿Si?— el me miro colocando las flores en centro de la mesa. 

—¿Deseas darte un baño?— asentí con timidez.

—Bien dejame enseñarte— subimos juntos al segundo piso, donde Reiner dejo el agua regulada para mi y traje mi ropa de cambio conmigo.

—¿Ese vestido es nuevo?— asentí.

—Me lo hizo mi mamá mientras estaba en el medio oriente— respondí mientras el se secaba las manos. 

—Te ha de quedar hermoso— 

—Ya lo corroborarás— el me dio un beso corto en los labios y se retiró del baño.

Me metí en la ducha y me lave el pelo y talle mi piel porque la brisa marina me tenia algo pegajosa, al salir use todos mis artículos de limpieza, me coloque mi vestido y me maquille muy bajito ya que no era muy buena haciéndolo por mi misma me iba por la segura y apenas me ponía un poco de rubor y labial.

me deje el pelo suelto pero de todas formas me puse el peine que dio Erwin hace años en mi cabello de adorno, el vestido que me hizo mi mamá era color celeste muy bajito, era una tela muy suave, pero era un vestido sencillo, no era lo que usualmente uso cuando estaba en palacio. 

Baje al comedor ya lista y los tíos de Reiner junto a Gabi y Falco estaban aquí por un momento me sentí muy sobre arreglada pero ya era costumbre para mi, la madre de Reiner me miro con el mismo rostro sin expresión.

—Tíos ella es Cadie Mouskouri— Reiner me dio la mano cuando estaba bajando los ultimos escalones. —Mi novia— la tía de Reiner era mas expresiva ella sonrió. 

—¡Mi sobrino con alguien de la realeza!— su tío abrió los brazos y se acerco a mi con una sonrisa para estrecharme contra su cuerpo. —Te lo dije Karina Reiner nos llevaría a la gloria— me quede con la mirada fija.

—¡Ey! Más respeto con la princesa— su esposa lo regaño ella me hizo una reverencia. 

—N-No es necesario— pedí avergonzada.