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C A D I E

Estaba con Historia revisando unos papeles a firmar para la ayuda del Medio Oriente mientras mirábamos aquellos papeles su bebé gateaba por la sala mientras una sirvienta cuidaba de ella.

—Me parece muy noble esta causa, que Marley exporte las ropas y nosotros estos alimentos y materiales que pudimos obtener de los restos de endurecimiento harán grandes avanzas para estas personas— me sonreí con Historia.

—Lo se es maravilloso— de pronto la puerta se abrió de golpe y Jaden apareció finalmente aseado y me miro después de hacer una reverencia. —Estoy listo para volver a la vida— sonrío.

Me sentí anonadada pero a la vez emocionada me puse de pie golpe y me lancé a abrazarlo con fuerza y el me dio unas vueltas entre sus brazos.

El me soltó y entro a la oficina y comenzó a tomar los papeles que estábamos organizando. Historia comenzó a verse anonadada de la misma forma mientras tomaba a su bebé y besaba su mejillita.

Finalmente mi corazón se permitió sentir dolor, ahora que Jaden se había recuperado, un horrible nudo se formó en mi garganta, quería llorar mis ojos ardían me puse la mano en la boca y comencé a sollozar con una media sonrisa finalmente esto volvía a doler y se sentía como si me despedazará desde el interior de mi ser. Ambos me miraron sorprendidos.

—Estoy tan feliz— mentí. —Es todo, iré al baño a refrescarme y seguimos con esto— di un par de pasos hacia atrás y salí hasta el pasillo y corrí hacia el baño más lejano de la oficina. Cuando llegue me apoye en el borde del lavamanos clavando mis uñas y caí de rodillas en el suelo y comencé a llorar.

Y es que estaba pagando las consecuencias de mis decisiones de mi dolor, si tan solo hubiera aguantado un poco más, si mi corazón lo hubiera soportado un poco más.

Y ahora otra mujer hace sus mañanas, ríe con el, es lo primero que ver al despertar por una eternidad ¿Cuantas mañanas pude ser la primera en ver esos ojitos color miel?  Esos ojitos que ya no serian para mi. Pero de nada me sirve llorar sobre la leche derramada y me lave el rostro, limpié mis lágrimas, con un montón de agua me trague el nudo en la garganta y fingí mi mejor sonrisa y regresé a la oficina. Me senté al lado de Jaden.

—Cadie— Historia me miro con precaución.

—¿Que sucede?— la mire.

—Quiero traer a los chicos a casa— mi corazón se aceleró un poco. —Y ver si los guerreros quieren venir... Quiero hacer una reunión por La Paz y como Marley y Paradise están mejorando su relación quiero aprovechar esta instancia.

—¿Eso lo incluye?— pregunté.

—Si el acepta si...— cerré los ojos inspiré suavemente pensando en que era lo correcto.

—Bien hagamos esto, podemos aprovechar para que Sasha celebre su matrimonio con su mejor amigo después de las conferencias y todo este enredó, puedo habilitar la embajada Marleyana para los guerreros que deseen venir— pensé en las habitaciones disponibles y todo el trabajo que venía.

—Me alegra contar con tu apoyo— sonreí con calma.

Quizás el tiempo permitiría que el corazón sanara y esta vez sería nuestra despedida definitiva, así que comencé a trabajar en mi desde aquel día.

Sasha estaba más que emocionada con la noticia, ella y su padre me agradecieron de forma eufórica. Darle allá noticia a la madre de Jean y Connie hizo sentir mi corazón más que calentito.

Los papeles comenzaron, las invitaciones se enviaron mientras yo seguía con mi vida dedicada al trabajo, compartiendo con mi mamá, tarde sentadas bajo el árbol que resguardaba los restos de Eren, mientras Mikasa conversaba conmigo. Días completos con Jaden tratando de lidiar con nuestro dolor.

La asesora de imagen de Historia me recomendó un cambio de look y así que finalmente mi cabello que me acompañó desde aquel trágico día le dije adiós, me corte una melena y sentí como si un gran peso se hubiera desprendido de mi.

—Nuestro cabello guarda nuestras desgracias y alegrías— fue lo que dijo cuando yo suspire con una libertad inmensa cuando mi cabello cayó al suelo.

Poco a poco el dolor de mi amado primer amor Erwin Smith también cesó con tanta tranquilidad y paz. No lo había olvidado no era nada como eso pero comprendí que atarlo a esta vida con sus culpas de todos los cadetes que murieron en sus filas y lo mejor que podía hacer finalmente era descansar después de tanto dolor.

Y es que si yo pudiera descansar también lo haría pero tenía un motivo aún que me ataba a este mundo, y sencillamente no podía abandonarla.

Poco a poco comencé a hacerme la idea que el amor que sentía hacia Reiner era solo amor a aquellos recuerdos felices cuando éramos cadetes quise creer que todo este "amor" era solo extrañar los momentos felices  que pudimos haber compartido.

Los besos y las caricias a costa de mi engaño, el amor profesado bajo mentiras, no lo culpo.

Entendí que Reiner no tuvo más opción en un inició pero lo de Marco y cuando regresó con Zeke fue su voluntad.

Éramos un amor destinado a destruirse solo por decisión y odio de terceros, un odio que envenenó nuestros corazones y decisiones.

Creo poder perdonarlo por todo el dolor que me ocasionó hace años atrás, creo poder pedirle perdón por todo el daño que yo también le hice porque en esta historia no era mejor ni peor, éramos iguales. Obligados por nuestros deberes de nuestra nación, por una familia que proteger, gente que amábamos no podíamos permitir que ellos sufrieran y destruimos las amenazas que podían acecharlos.

Y con el pasar del tiempo mi corazón lo sentía latir sin dolor, finalmente volví a vivir los olores de la tierra mojada por la lluvia en invierno, las guerras de bolas de nieve, correr por primavera en los campos verdes y observar a los insectos qué hay creciendo en las flores y plantas. Comencé a encontrar la belleza de la vida.

Y agradecía estar viva y no solo vivía por mi misma, lo hacía por el recuerdo de mi padre, hermano y Erwin, se que ellos hubieran adorado esto, tan solo una vida tranquila y amable.

Y al final de todo por algo fui yo la que sobrevivió a todo esto, no fue en vano, nada lo es.

Las confirmaciones de los asistentes llegaron, nuestros compañeros regresarían pero de los guerreros solo dos representantes vendrían, dos que se quedarían conmigo en aquella embajada, el sobre lo abrí con las manos temblorosas.

Vi la fotografía de Annie junto a sus expedientes ella siempre tan seria y firme, luego vino el segundo expediente que al verlo sonreí suavemente. Pensé que no vendría pero ahí estaba la foto de Reiner junto a sus expedientes y lo leí con detención cada uno de sus datos hasta que mi ceja se arqueó con incredulidad.

Estado Martial: Soltero.

Cerré su expediente ignorando aquel sentimiento de hormigueo que corrió por mi pecho y estómago y de pronto me di cuenta que había otro expediente lo tome incrédula y lo abrí mis ojos se abrieron de golpe a tope cuando vi que era aquella chica y ese cosquilleo comenzó a ser dolor. 

Joder... esto va a ser más difícil de lo que yo creí, si el viene con ella. Estaría claro que no podría decirle todas las cosas que quería y tendría que reprimirlas para mi misma.

Quizás debía pasar la pagina así sin más ¿A quien le gustaría que tu novio sea merodeado por su ex? Suspire melancólica.

—¿Cadie está todo en orden?— pregunto Jaden mientras cerraba el expediente de aquella muchacha y los juntaba.

—Si dáselos a Historia ella tiene que hacer el papeleo de los permisos— trague de forma pesada.

—Bien— no dejaría que esto me derrumbe.

He estado trabajando tanto en mi, así que antes de que toda esta tensión comenzara decidí tomar a mi madre y Jaden ya que Mikasa de negó y nos fuimos a un pequeño viaje antes de que mi vida se ponga de patas arriba otra vez...

Sigue tú corazón.Where stories live. Discover now