capitulo 6

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los dos chicos se encontraban caminando de regreso a la editorial, después de haber convencido a Bokuto de no desayunar carne y comiendo un helado de postre.

-Bokuto-san, ¿Por qué vino a mi hoy? Si no es molestia preguntar-

-Amm, no lo se, solo quería verte un momento mas y poder volver a apreciar tus hermosos ojos una vez mas...-

Gracias a aquellas palabras dichas con tal facilidad, pero con un tono de sensibilidad y honestidad, hizo que Akaashi dudara de su habilidad para leer a las persona. Pues no podía ver atreves de aquel chico, o mas bien podía ver todo de el, como si no tuviera filtro. Algo que es muy difícil de encontrar en las personas de hoy día, pero Bokuto pareciera que no le importara era como un niño, sin ningún tipo de filtro y que decía siempre la verdad o lo que se le viniera a la cabeza, alguien que te hace querer confiar en el desde el primer instante.

-A parte me encanta tu escritura, soy muy fan de ella, cada uno de tus libros parecen un mundo diferente pero con ciertos parecidos, son lindos, aunque un poco solitarios en cierto punto...mmm, como la soledad de algo, pero no se que es, ¿o la perdida? no lo se pero es algo que hace que cada libro sea un misterio ¡me gusta!-

Aunque técnicamente Koutaro no dijo nada, Akaashi logro entender todo, la sensación con la que solía hacer sus libros y el misterio con lo que quería embriagar a su libros; recordó aquella vez, la vez que publico su primer libro, la vez que permitió que alguien mas que el mismo leyera lo que escribía, recordó aquella sensación tan inefable que sentía cada vez que escribía algo, esa sensación que sucedió hace años y que casi había olvidado hasta ese momento.

Regresando a la tierra, después de su grato viaje por su pensar recordó el lugar en el que estaba y volvió en si y sin darse cuenta ya estaban parados enfrente de aquel edificio del cual muy pocas veces salía a horas tempranas y el cual le había absorbido casi toda su vida.

-Gracias por la invitación, regrese con cuidado- se despide Akaashi para entrar a el edificio.

-¡Adiós! nos vemos luego-

-esto... Bokuto-san, ¿le molestaría darme su numero de contacto?-

-Akaashee! claro que no, toma-

con toda la emoción del mundo multiplicada por mil Bokuto le dio su numero de teléfono y se fue mas emocionado que nunca devuelta a su escuela, apreciando cada digito de aquel numero que se lo aprendió en seguida.

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eran las ocho treinta en punto. Un arreglado Kuroo esperaba fuera de aquel gran edificio a que bajara el chico por el cual había esperado casi todo el día. No tuvo que esperar mucho a su acompañante pues a minutos de su llegada se logro tener la presencia del otro.

A los ojos de Kuroo era la cosa mas bella que podía existir su cabello semi recogido, con aquel saco informal y gracias a las luces de la calle, lograba verse tan hermoso y delicado; Kuroo ya había visto antes a Kenma, pero en ese momento se veía mas radiante que nada.

-Buenas noches lindo gatito- dijo Kuroo para antes de acercarse a el menor.

-¿Porque me sigues llamando así?- protesta con el ceño fruncido.

-No me has dicho tu nombre-

-¿Ósea que llegaste hasta mi empresa y me citaste sin siquiera conocer mi nombre?-

-Sip-

-Que idiota-

-Entonces ¿me lo dirás?-

-NO-

Algo en Kenma se sentía diferente cada vez que escuchaba aquel apodo saliendo de la boca de el chico. En verdad no sabia que era, pues había tenido muchos apodos de parte de Hinata, pero nunca sentido nada y gracias a casi no tener amigos nadie mas le había puesto un apodo.

-Bueno, entonces te seguiré llamando 'GATITO'-

-Has lo que quieras, solo vine por mi collar, dámelo-

-Pero todavía no hemos tenido nuestra cena- dice de manera burlona.

Después de eso el silencio se hizo presente entre los dos hasta llegar a el restaurante, los dos chicos se sentaron, pidieron su cena y les entregaron el platillo. Tetsuro quiso ayudar con la cena de Kenma pero el opuesto se negó y Kuroo solo pudo ver como aquel chico seleccionaba su cena muy quisquillosamente.

La cena fue silenciosa y tranquila; los dos chico habían salido del lugar y habían empezado a caminar. Llegando a un lugar especifico, el cual había planeado especialmente Kuroo para ese momento, Tomo a Kenma del hombro desviándolo del camino y adentrándolo a un espacio rodeado de arboles, pero con un espacio justo para acostarse en el césped.

-Mira, las constelaciones se pueden ver perfectamente desde aquí-

Eso había llamado la atención de Kenma (puesto a que aunque no lo pareciera le gustaba la astronomía) se quedo anonadado viendo aquella claridad con la que se podía apreciar el cielo nocturno desde ese lugar, se veía tan hermoso y pacifico, sentía que estirando un poco la mano podría tocarlo, era simplemente inefable.

los dos se quedaron apreciando para lo que a ellos les parecía lo mas bello: Kenma apreciaba el cielo y las claras constelaciones que se podía ver en el, mientras que Kuroo observaba con detalle cada pequeño gesto y detalle de Kenma, no entendía como alguien podría ser tan espectacular.

Un sonido interrumpió todo ese momento, pues era el celular de Kenma sonando; al contestar la voz de una chica sonaba del otro lado, informándole a Kozume, que Hinata lo estaba buscando, Kenma solo afirmo y colgó.

-¿Que paso? no te vez bien-

-Nada... solo que me tengo que ir, adiós-

y así en un instante Kenma desaprecio y dejo con una extraña sensación de preocupación a Kuroo.









Dos idiotas y un tsukiHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin