Rider in love I (Juliantina)

Capitulo 23

Juliana POV.

Uno de los fisioterapeutas me señaló con confusión una puerta, de su interior salían quejidos, me temblaban las manos, me precipité a entrar encontrando a Valentina en perfecto estado excepto por un apósito en su frente, sobre la ceja. Estaba limpiando una abrasión de un chaval de la categoría de Kevin.

- ¿Se puede saber que haces aquí que no estas en la qualy?- Me regañó.

- Leo...- Murmuré antes de que me interrumpiera.

- ¡Vete! No puedes estar aquí.- Me gritó.

Cerré la puerta mientras salìa, mirè una de las pantallas, ya habían salido todos a pista, era inútil volver al box. Saldría desde el ultimo lugar en la carrera, Leonardo había jugado conmigo para conseguir ventaja el domingo y yo había caído.

Valentina era mi debilidad y todos lo sabían, esperé a que terminara, no tenia nada mejor que hacer ahora, era eso o aguantar la bronca de Erika por haberme ido de esa manera.

Parecía que la doctora estuviera torturando aquel chaval, los quejidos no cesaban y me estaba poniendo de los nervios. Aunque yo sabia muy bien que era que te limpiaràn una herida así, arrastrando toda la suciedad del asfalto, casi hasta podía sentir el dolor.

La puerta se abrió y Valentina salió con aquel chaval.

- Gabriel, mañana a primera hora te quiero aquí, para que te cambie el vendaje ¿Vale?.- El niño asintió y la doctora lo despidió.- ¿Por qué te has perdido la clasificación?- Preguntó molesta.

Me fijè en aquel apósito de su frente, busqué con la mirada alguna herida más sin resultado.

- Leonardo me ha contado que te has caído con una scooter.- Le informè con temor.

Volvió a entrar y la seguí cerrando la puerta a mi espalda.

- No ha sido nada, no deberías haber venido.- Estaba enfadada.

- ¿Te has hecho daño?- Pregunté preocupada tomando su cara entre mis manos, negó.- ¿Qué hacías con una scooter?- Indagué algo alterada.- Tu madre me matarà cuando se entere.

- Solo quería aprender, ha sido idea mía.- Alejò su cara de mis manos.

- ¿Me lo cuentas?- Tomé sus manos entre las mías, no quería que se alejara, hizo una mueca de dolor. Me fijé en sus palmas y una estaba toda rasguñada, me enfadé un poco más pero tenía que intentar ser compresiva.- ¿Tan ridícula ha sido para que no me lo cuentes?- Intenté animarla.

- Me he caído parada ¿Vale?- Se soltó de mí y empezó a arreglar el material de la mesa algo nerviosa.- He frenado, no habia sacado los pies y cuando la moto se ha detenido me caído al suelo, menos mal que Leonardo pasaba por allí, me ha ayudado a levantarme y a levantar la moto porque yo no podía con ella. Quizás porque estaba temblando.

Suspiré, la rodee por detrás.

- ¿Sabes cuantas veces me ha pasado eso a mí? Más de las que puedo contar, es algo normal, Valentina.- Intenté reconfortarla.- Si quieres aprender iremos al rancho de David, pero te quiero equipada de pies a cabeza. Si me entero que vuelves a subir a una moto sin las protecciones adecuadas me enfadaré mucho contigo.

Echò la cabeza hací atrás recostándola en mi hombro y dejando un tímido beso en mi cuello.

- Lo siento, pero es que pierdo demasiado tiempo yendo andando de un sitio a otro y quería intentarlo por mi misma, porque sé que eres capaz de alquilar el circuito para mí otra vez.

No podía evitar sentirme en parte responsable de lo ocurrido, tenìa razón, alquilaría o compraría lo que hiciera falta para hacerla feliz, aunque eso a ella no le gustaba.