Rider in love I (Juliantina)

Capitulo 30

Valentina POV.

- ¿Y si cancelamos la cena?- Sugirió Juliana.

Mi madre y Leon venían de camino a nuestra casa, yo intentaba maquillar lo mejor posible el cuello de Juliana pero ni todo el maquillaje del mundo en mis manos inexpertas podía ocultar aquella salvajada.

Me habían fecundado en una clínica así que prácticamente era una inmaculada concepción, no era preciso que mi madre imaginara las cosas que hacìa con mi mujer.

Vale que cuando era una adolescente me diò la típica charla sobre el sexo, también me diò mis primeros condones cosa que me incomodó mucho, pero aparte de aquél momento bochornoso nunca más habíamos vuelto a hablar de sexo.

Al abrir la puerta mi madre se diò cuenta de inmediato de aquella zona oscurecida y enrojecida del cuello de Juliana, durante el aperitivo y la cena siguió observando, hasta que se decidió a preguntar.

- ¿Qué te ha pasado en el cuello?- Preguntó tímidamente.

- Me atacó un vampiro.- Respondió Juliana a la vez que yo decía que se había quemado con la plancha del pelo.

Enrojecí de inmediato, no sé porque me había pasado quince minutos tapando aquella masacre si estaba claro que mi mujer me iba a echar a los leones como siempre. Mi madre me dedicò una mirada de esas que te echan las madres cuando saben que eres responsable de algo.

- ¿Y habéis pensado a que colegio irà mi nieto?- Preguntó mi madre cambiando de tema.- Si fuera a uno cerca de mi casa podría hacerme cargo de él de jueves a domingo hasta que volvierais cuando tengáis que viajar.- Añadió con entusiasmo.

- Irá a uno privado.- Respondió mi mujer con naturalidad.- La verdad que sí habíamos pensado mudarnos a la ciudad.

- ¿Cómo?- Pregunté con sorpresa.- Yo pensaba más bien en uno publico.- Añadí.

- Val, quiero lo mejor para él.- Me rebatió.

- Perdona, pero toda mi vida he estudiado en la escuela publica y me ha ido genial.- Respondí a la defensiva.- No quiero que mi hijo vaya a un colegio privado lleno de niñatos pijos que solo valoran lo material.

- Yo estudie en uno privado y no soy una niñata pija que solo valora lo material.- Juliana mantenía la calma que a mí me faltaba.

- Juliana, no puedes decir eso cuando llevas unas zapatillas de 200 pavos, es excesivo para unas simples zapatillas.

- 260 y son unas Jordan. Valentina, que me pueda permitir gastar no me convierte en nada de lo que dices, no cuando todo lo que tengo lo he conseguido por mi esfuerzo.

Mi madre y Leon se mantuvieròn al margen de la discusión, ninguna ganó, lo dejamos en punto muerto ya decidiríamos cuando fuera el momento, pero mi hijo estudiaría en la escuela publica como que me llamo Valentina Carvajal.

Semana 16, era el cuarto mes del embarazó y ya tenia tripita.

Juliana había volado hacia Holanda para estar el jueves por la mañana en el circuito de Assen, yo tardaría un poco más en llegar, el jueves tenìa cita para un ultrasonido.

Juliana POV.

Me sentía mal por haber dejado sola a Valentina en este momento tan importante, al menos Elena acompañaría a su hija.

Estábamos en el box, había terminado el primer entrenamiento del día y mi jefa de mecánicos me estaba hablando aunque yo la ignoraba, ya debería haber tenido noticias de Valentina.