Capitulo 11

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Narrador omnisciente

–Entonces este es el plan –

La llegada de aquella compañía de teatro era lo más esperado del año en el Reformatorio Merciless además de los viernes de pizza que ocurrían una vez al mes, y solo si no habían causado ninguna revuelta hasta ese momento. Cada año presentaban una obra diferente, cuando Tara había llegado había sido Romeo y Julieta, el siguiente había sido Frankenstein.

Este año era Los miserables y, aunque Dione deseaba ver como interpretaban a Jean Valjean, esa sería su salida.

–Oh, pequeña ¿Por qué lloras? –Una muchacha de rostro dulce se compadeció de la chiquilla que sollozaba junto al sector de vestuario, mientras que otra mujer caracterizada como Cossette simplemente le echó una mala mirada– ¿Puedes decirme? ¿Te hicieron algo? –Preguntó mientras tomaba un pañuelo para limpiar las lágrimas del rostro de la pequeña rubia.

–Es que... –La voz de Harley se oía sumamente afectada, sentada sobre aquel alto baúl y mientras sus pies colgaban levemente Es que yo...–Presionó los labios con indecisión, sacudió la cabeza y volvió a sollozar.

–Ouh, no, no, linda, todo tiene arreglo. Ven... –La muchacha tomó la cabeza de la joven para luego recostarla contra su pecho mientras tomaba asiento a su lado, intentando tranquilizarla– Dime, dime que pasa. Quizá puedo ayudarte –Indició pasando los delgados dedos entre el cabello rubio, desarmando ligeramente las coletas que habitualmente llevaba.

–¡Jessica, la obra acabó! Debemos irnos, así que no te tardes con esa niña –La regañó un compañero, que apenas estaba quitándose el vestuario del jefe de policía.

–No lo haré, Raoul ¡Ocúpate de lo tuyo!

Harley observó de reojo, y desde su posición bastante escondida contra el pecho de la actriz, las sombras que se cernían contra el telón y avanzaban discretamente entre la utilería, para después levantar la vista hacia la actriz que parecía estar vestida como Fantine y pareciendo más calmada (o lo suficiente para que su voz fuera entendible) finalmente confesó el porqué de su llanto.

–Lo siento por molestarla, es que...–Capturó la mirada ligeramente ansiosa de la muchacha, no recordaba a esta actriz de años anteriores así que posiblemente era nueva en la compañía. Tenía el cabello rojizo acomodado en una corona sobre su cabeza y todavía llevaba puesto un corsé blanco que era parte del vestuario– Estoy embarazada –Los ojos de Jessica se abrieron enormemente por la sorpresa mientras Harley volvía a llorar, sujetándose con fuerza de su corsé cuando escucharon algo caer en el fondo– ¡Y no sé que hacer! –El pecho siempre le dolía cuando lloraba, odiaba eso, pero no le quedaba otra opción– Solo tengo quince, no sé que hacer, no estoy lista y y-yo... yo ni siquiera... –Reiteró sacudiendo la cabeza con pesar, cortando sus palabras con más sollozos.

–Oh, cariño ¿Cómo es que pasó eso? –No pudo evitar preguntar mientras la actriz que antes la había mirado mal regresaba allí, Jessica la detuvo antes de que fuera a regañarla también– Espera, Liona, estoy con algo.

La pequeña rubia fingió intimidarse por la presencia de la mujer. Parecía rondar los treinta y tantos, a diferencia de Jessica, y tenía el cabello negro rapado de un lado bajo la peluca.

–¿Pues que es lo que ocurre? –Soltó aparentemente hastiada mientras se cruzaba de brazos, para luego inclinarse ante una señal de su compañera, quien le murmuró al oído la razón. Liona frunció el ceño ante esto– No puede ser... –Se acuclilló frente a Harley, apoyando las palmas sobre las delgadas rodillas de esta y la miró como si supiera algo que la pelirroja no– Fue uno de ellos ¿verdad? –Preguntó en tono bajo, casi un susurro confidente– Uno de los guardias.

©El Reformatorio ||Ticci Toby|| [PAUSADA]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ